Los investigadores del crimen de un policía cometido el jueves último en la ciudad bonaerense de San Pedro continúan en la búsqueda del último sospechoso, hijo de un prófugo por haber violado una salida transitoria que fue detenido el sábado.
Nazareno Jesús Branto (35) continúa siendo buscado por el homicidio del efectivo Nelson Javier Lillo (27), asesinado cuando quiso evitar el robo de un camión distribuidor.
El sospechoso es hijo de Roberto Gerardo Branto Ayala (56), quien continúa internado a raíz de heridas de bala que sufrió en la pierna izquierda y en el abdomen. Branto padre violó una salida transitoria el 17 octubre de 2017 al no regresar a la Unidad Penal Federal 19.
Según trascendió, Branto Ayala cumplía una pena de 28 años y medio de cárcel que vencía en 2027 tras haber sido condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro por los delitos de “robo doblemente calificado por el uso de arma en poblado y en banda y portación ilegal de arma de guerra”.
En tanto, prosigue la búsqueda de su hijo, dado que de acuerdo a testimonios fue visto a bordo de la moto junto al delincuente que murió durante el tiroteo y sería quien mató al efectivo.
La detención de Branto Ayala se registró el sábado a las 18.30 por efectivos de la Policía y de la Prefectura Naval Argentina (PNA), quienes recibieron el dato de que el sospechoso iba a ser sacado de la zona, donde permanecía oculto desde el asesinato.
Al dar con el prófugo, éste intentó fugarse, pero fue capturado, momento en el que se advirtió que presentaba heridas de arma de fuego en la pierna izquierda y en el abdomen.
Las fuentes habían indicado inicialmente que el detenido había sido identificado como Héctor Guillermo Barrios (47) y era el tercer delincuente que había intervenido en el asalto, pero luego aclararon que Branto utilizaba varias identidades y esta era una de ellas.
Según fuentes policiales, Branto hijo purgó condena por un homicidio en 2006 y su padre tenía otros antecedentes por una serie de resonantes secuestros cometidos en 2003 y 2004, entre ellos el de Cristian Schaerer y Patricia Nine.
El crimen de Lillo ocurrió el jueves a las 11.30, cuando la víctima intervino para evitar el robo de un camión distribuidor de galletitas de una empresa de Baradero en el cruce de Oliveira Cézar y Rivadavia, de San Pedro.
En un tiroteo que él y la policía que lo acompañaba, Laura Lencina (33), mantuvieron con “motochorros”, murió uno de estos, identificado como Pablo Morel, mientras que Branto escapó con el dinero robado y aparentemente intervino otro cómplice.
Tanto el policía baleado como el asaltante que quedó herido en el lugar del hecho fueron trasladados de urgencia al hospital local, donde el primero murió minutos después de ser asistido y el segundo arribó fallecido.
Los voceros señalaron que Morel quedó tendido boca arriba a mitad de la calle, al costado de la moto marca Yamaha color azul utilizada en el robo. En poder de ese delincuente se secuestró un arma y, de acuerdo a lo que se ve en las filmaciones de las cámaras de la zona, el que escapó también estaba armado.