Crecen crímenes satánicos entre las bandas de narcos

“Tras conocer detalles de éste último suceso espeluznante, la pregunta es si ya hay en la argentina narco satánicos. La respuesta, lamentablemente, es afirmativa. Y lo peor es que la Justicia no se toma en serio esta realidad cruel, con grupos delictivos que trafican sustancias ilegales, pero al mismo tiempo conjugan prácticas satánicas aberrantes, que llegan incluso al asesinato ritualista. Hay casos que se reiteran, que tienen características comunes, pero los fiscales y jueces miran para otro lado, en lugar de unir las piezas”, dijo el sacerdote Manuel Acuña.

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El último de estos macabros episodios es investigado por la fiscal Ana María Caro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) del partido de General Alvarado, quien dijo que la causa está caratulada como ‘homicidio’ y que ‘por el estado del cuerpo, no se pudo determinar el sexo’. El informe la autopsia reveló que al cuerpo le cortaron ambas manos y pies, ‘no tenía órganos’ y ‘sufrió la extracción de piezas dentales’. Asimismo, la funcionaria dijo que ‘fue un hallazgo muy macabro y shockeante’, y no descartó que ‘los asesinos le hayan cortado las manos y pies para evitar que pueda ser identificado’.

Para el especialista Acuña, “este suceso no tiene que pasar de largo como un hecho más de violencia, porque en realidad se trata de una modalidad que los argentinos venimos padeciendo cada vez con mayor frecuencia, y tiene paralelos con el narco satanismo que comenzaron a desarrollar a finales de los 80 en México”. “Todo el suceso, y esto deberían saberlo quienes investigan el homicidio de la criatura que apareció en Miramar, tiene paralelos con lo sucedido desde 1989 con el grupo narco liderado por el capo narco Adolfo de Jesús Costanzo, que tenía su base en la localidad de Matamoros, escenario de las primeras crueldades con esta modalidad”, explicó el especialista, exorcista reconocido mundialmente.

La historia del narcotráfico internacional incluye el capítulo de Costanzo, que llegó a traficar una tonelada mensual de droga, lo que equivale a millones de dólares. “Fue formando su fama porque desde muy pequeño estuvo vinculado a sectas satánicas. Así que se lo conocía como santero. Cuando creció, armó su grupo de comercio de droga haciendo eje en el satanismo. Entonces, cometió decenas de homicidios aberrantes”, dijo Acuña, amigo del Papa Francisco.

“Como todo narco, este sujeto tenía un rancho, que fue convertido en centro de operaciones y en una verdadera casa del terror. Allí, y esto fue descubierto por la policía mexicana, se usaban cerebros, corazones y otros órganos de personas para hacer un preparado, como una sopa, dentro de un caldero. Ingerir el producto, les hacía creer el jefe narco, les permitía estar a salvo de todo y crecer en el negocio. Estas prácticas se fueron replicando en otras ciudades, apoyadas en el terror que causaban. Ahora la tenemos en Argentina, y la justicia tiene que estar preparada para enfrentar esta modalidad oscura”, cerró Acuña.