El juez que investiga el crimen del empresario de la construcción Roberto Fernández Montes emitió ayer una orden nacional e internacional de detención para un carnicero de nacionalidad paraguaya identificado como Pedro Ramón Fernández Torres, como coautor del asesinato. En tanto, el abogado Matías Morla, representante de la familia de la víctima reveló que Santiago Corona (34), yerno del empresario español asesinado el sábado en su departamento del barrio porteño de Caballito, fue entregado a la Justicia por su esposa e hija de la víctima tras una investigación propia.
Corona, está acusado de ser coautor del 'homicidio agravado por alevosía' de Fernández Montes (67) junto al carnicero Fernández Torres (50), mientras que el mecánico César Ricardo Arce López (43), detenido el martes, seguirá preso pese a que los pesquisas saben que no es quien se vio por las cámaras de seguridad.
Fuentes judiciales informaron que los investigadores consideran que el carnicero es el autor material del crimen y que trasladó el cuerpo de la víctima junto al yerno de esta, por lo que el juez Hernán Martín López ordenó su captura inmediata.
En el marco de la pesquisa, los médicos forenses que realizaron la autopsia de los restos carbonizados hallados en Cañuelas, reconocidos como del empresario Fernández Montes, no pudieron determinar aún la causa de la muerte por el estado en el que se encuentra el cadáver. Además, los investigadores encontraron en el baúl del auto de su yerno 20.000 dólares que se creen son los que la víctima ocultaba en el motor del jacuzzi de su casa y fueron robados por los asesinos.
En la sede del Juzgado Nacional en lo Criminal 6 del juez López y la secretaria Karina Auletta se escucharon las declaraciones de los testigos de coartada presentados por la defensa de Arce López, quien declaró que él no era el que aparecía en el video.
Otra de las evidencias que confirmaron que Arce López no era la persona grabada en el edificio de la víctima es que presenta varios tatuajes en sus brazos, lo que no tiene el hombre que entra y luego sale con el cadáver junto a Corona.
Fernández Montes, nacido en España, era el dueño de la empresa 'Mini Vial', dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción y residía con una de sus hijas en un edificio situado en la calle Juan F. Aranguren 36, de Caballito.
LEA MÁS:La última vez que el empresario fue visto con vida fue el sábado último cuando salió de dicho edificio para ir a su trabajo a las 8.42 y regresó a las 12.09, de acuerdo a lo que registraron las cámaras de seguridad del inmueble.
Al no tener noticias de su paradero, una de las hijas de Fernández Montes denunció al día siguiente lo ocurrido, por lo que se inició una investigación a cargo del juez López, y la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA).
Las fuentes señalaron que la denunciante y la pareja del empresario, María del Carmen Liñeira (58), ante la falta de sus habituales comunicaciones habían ido el domingo a la tarde a buscarlo a su departamento dónde sólo advirtieron la ausencia de un acolchado del dormitorio principal. Luego las hermanas Giselle y Natalia Fernández Montes, la última esposa del imputado, comenzaron a revisar las cámaras de seguridad y al verlo a Corona, su esposa lo llevó engañado a la comisaría. Si bien en un primero momento de esas secuencias se creyó que luego de la partida de Fernández Montes, a las 9.05, ingresó al garaje el mecánico, ahora sospechan que en realidad se trató del carnicero Fernández Torres.
Hija de español fue quien entregó a su propio esposo
El abogado Matías Morla, representante de las hijas del empresario asesinado Roberto Fernández Montes (foto), dijo que una de ellas entregó a su propio esposo y padre de sus hijos en la comisaría luego de verlo en las imágenes que las cámaras de seguridad del edificio registraron el día del crimen.
El letrado reveló que "de casualidad las chicas recurrieron solas a la filmación del departamento y ellas advirtieron que el homicida estaba en el grupo familiar"."No fue producto de ninguna investigación, fue la inteligencia de una de las hijas que logró dar con la persona (por Corona)", indicó Morla. Tras darse cuenta de quién se trataba, Natalia llevó a su esposo engañado a la comisaría y lo entregó ante los investigadores del caso.
Morla aseguró que Santiago Corona, yerno de la víctima y sindicado coautor del asesinato, durante la desaparición del empresario fingió ayudar a la familia a buscarlo en hospitales y decía que "iba a encontrarlo". "Las hijas pensaron que Roberto había sufrido un pico de presión y por eso buscaban en los hospitales, Corona decía que iba a encontrarlo, todo una farsa", sostuvo Morla. "Fue un crimen totalmente planificado, previsto y que se realizó con total alevosía, aparte del asesinato que hizo después quemó el cuerpo y por eso no puede determinarse la causa de la muerte dada la descomposición del cadáver", afirmó.
Según Morla, abogado de Giselle y Natalia, esposa de Corona, "este personaje venía amenazando (a la familia) por una carpeta" que Fernández Montes tenía en su departamento a raíz de unas "estafas previas" que supuestamente había cometido Corona.