La Policía detuvo al cuñado de la víctima y sospechan que el móvil del asesinato es una deuda. En el hecho, ocurrido en Lanús, también murió una mujer mayor.
Un nuevo detenido por el crimen del monaguillo Germán Zucarelli, de 46 años, y su tía, Ana Russo, de 75, ocurrido en la localidad de Lanús a principios de febrero pasado, generó un cambio en la investigación.
Al excomisario de la policía bonaerense Adrián Francisco Brulc, detenido poco después de hecho, se suma un segundo sospechoso que fue capturado por la Policía.
Se trata de un cuñado del monaguillo, pareja de la hermana de la victima y vinculado con el primer detenido. De acuerdo a las pruebas y testimonios, habría tenido una deuda de dinero con la víctima y este podría ser el móvil del doble crimen.
La pericia realizada a los teléfonos celulares una prueba fundamental para establecer esta hipótesis y para vincular al nuevo detenido con el caso. La fiscalía cree que los detenidos se conocían y actuaron en complicidad para concretar los asesinatos.
El sospechoso, identificado como Camilo B. fue detenido tras un pedido de la fiscal María Silvia Bussano, a cargo de la UFI N° 7del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, y con una orden de la jueza de garantías Mariela Bonafine. Se lo acusa de ser un partícipe necesario en el doble homicidio.
“Por varios relatos de testigos, se sabe que la relación entre la víctima y su cuñado no era buena. Además, Zuccarelli lo tenía bloqueado en su celular”, completaron el plexo de causales que derivaron en el arresto de Camilo B.
El crimen tuvo lugar el 2 de febrero pasado alrededor de las 22.30, en la calle General Pico y General Guido, a unas cuatro cuadras de la Comisaría 8va. del barrio Villa Obrera, del partido de Lanús, en la zona sur del Gran Buenos Aires.
Zucarelli iba caminando junto a su tía y estaban a dos cuadras de la casa donde vivían, cuando ambos fueron atacados a balazos por un tirador que bajó de un auto y actuó sin mediar palabra, por lo que ambos cayeron al piso gravemente heridos.
Desde el inicio, los investigadores descartaron el robo como móvil del hecho y pensaron en una ejecución.
Zucarelli era dueño de una santería, tenía participación activa en la iglesia de su zona, no tenía hijos y vivía con sus padres. El monaguillo falleció la misma noche del ataque y su tía murió el domingo último por la tarde tras permanecer un día y medio internada.
Los pesquisas ya saben que en el caso aparentemente actuó un solo tirador que se bajó de un VW CrossFox y con un arma calibre .22 efectuó múltiples disparos, por lo que no se descarta que además de Brulc, haya otro implicado en el caso.
Según los reportes preliminares, Zucarelli murió como consecuencia de seis disparos que recibió en la zona del torso y su tía, Russo, de al menos otros cuatro que le impactaron en el abdomen.