El abogado de la familia de Fernando Pérez Algaba, el empresario que fue encontrado descuartizado en una valija en un arroyo de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, dijo este viernes que expertos tecnológicos de la policía bonaerense lograron hacer un “espejo” de uno de los teléfonos celulares que poseía la víctima.
De esta forma comenzarán a extraer información pese a que no fue hallado el dispositivo, al tiempo que aseguró que “hasta el momento hay 36 hipótesis” acerca del móvil del crimen.
El letrado Sebastián Queijeiro reveló al canal de noticias Crónica TV que los pesquisas lograron “hacer 'espejo' de su celular, mediante otro chip".
De esta manera, el abogado señaló que “se está analizando el 'espejo' del teléfono” que no se ha encontrado, y que se trata de la línea telefónica argentina, ya que Pérez Algaba también tenía una línea con número telefónico europeo y otra americana, según informaron fuentes de la causa.
Por otro lado, contó que “hasta el momento hay 36 hipótesis” en torno al móvil del crimen y que “van cambiando hora a hora con los resultados y lo que se va haciendo”.
Queijeiro dijo que aún queda pendiente el resultado del levantamiento de rastros de la camioneta Range Rover Evoque 2012 blanca en la que Pérez Algaba se movilizó dos días previos a su desaparición y que pertenecía a Maximiliano Pilepich, un hombre vinculado al rubro de la construcción.
Un socio y una gestora que trabajaba con Fernando Pérez Algaba, quien fue hallado descuartizado dentro de una valija en un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, declararon que el empresario se llevó de sus casas armas de fuego, ya que quería "protegerse" debido a que "estaba amenazado" por las deudas que tenía.
Así lo relataron en sus respectivas declaraciones testimoniales Maximiliano Pilepich, amigo y socio de Pérez Algaba (41) en un proyecto de casas de campo en General Rodríguez y dueño de la camioneta Range Rover Evoque que el empresario utilizó hasta último momento, y la gestora y amiga de la víctima Flavia Lorena Bomrad.
Fuentes judiciales confirmaron que los dos se refirieron a episodios en los que Pérez Algaba, a quien apodaban "Lechuga", se llevó de sus domicilios un arma sin que ellos lo advirtieran. En el caso de la gestora, el empresario se la devolvió al día siguiente mientras, que la del amigo se la quedó "para protegerse".
Al declarar en el marco de la causa que instruye el fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez, Pilepich, quien fue una de las últimas personas en ver a Pérez Algaba con vida, contó que tenía negocios inmobiliarios con él y recordó un episodio ocurrido hace aproximadamente cuatro meses, cuando en una reunión de trabajo que mantuvieron en su casa, el empresario se llevó de su domicilio una pistola marca Glock calibre 9 milímetros sin que él lo notara.
Según sus dichos, al darse cuenta del faltante, le reclamó el arma a Fernando, quien le dijo que la necesitaba "para protegerse" y que no se hiciera problema, ya que era legítimo usurario.
En esa conversación, siempre según el testigo, Fernando le afirmó que quería dejar las cuentas claras con él para luego mudarse definitivamente a Europa, adonde planeaba viajar el 19 de julio pasado mediante un vuelo con destino a Barcelona, España.
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