Los padres de Juan Pedro Guarino, uno de los dos rugbiers liberados en la causa por el crimen de Villa Gesell, reiteraron este martes sus condolencias a la familia de Fernando Báez Sosa y aseguraron que intentarán “hablar” con los padres del joven asesinado.
"Esto es todo muy triste. Siempre tratamos de enviar nuestras condolencias a la familia y amigos de Fernando. Queremos hablar con su familia pero este no es el medio indicado", aseguró Raúl Guarino en declaraciones a la prensa que realizó esta tarde junto a su esposa, Lucina Gatti.
El hombre expresó que "es un momento doloroso" el que viven y sostuvo que ellos tienen a su hijo en su casa pero que no imagina "lo que está sintiendo el papá de Fernando".
"El Gobierno no es un club de amigos, es representar intereses"
"Nos sentimos mal todavía y no hicimos nada. Juan tampoco hizo nada", agregó el hombre.
En la puerta del barrio privado en el que viven en la localidad de Zárate, los padres del rugbier aseguraron que "no fue una sorpresa" que su hijo recobrara la libertad por la falta de pruebas.
Y, sobre el estado emocional del joven, la madre manifestó que “Juan está desorientado y muy triste". "Este verano fue un infierno. Mandamos a nuestro hijo de vacaciones y nunca imaginamos que iba a suceder esto", agregó la mujer, quien aclaró que desde el primer día ella y su esposo estuvieron "tranquilos de que (Juan Pedro) era inocente" porque creen “en su palabra".
Guarino señaló que su hijo "estaba alejado" del lugar de los hechos cuando Fernando Báez Sosa recibía la golpiza fatal y aseguró que "nunca se metió".
"Fue terrorífico para nosotros tener a un hijo en prisión", concluyó.