Mariela Flores y Martín Sperani, padres de Joaquín, el adolescente de 14 años asesinado a golpes en la ciudad cordobesa de Laboulaye, se reunirán este martes con el juez a cargo de la investigación del crimen para intercambiar información sobre la continuidad de la causa.
El crimen fue confesado por un amigo y compañero de colegio de Joaquín, de 13 años de edad.
La audiencia se desarrollará conel juez de Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género y Faltas de Laboulaye, Sebastián Ignacio Moro, quien dispuso el lunes el traslado del presunto homicida al Centro de Admisión y Diagnostico (CAD), que depende del Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba.
Allí, el detenido fue sometido a estudios diagnósticos, psicosociales y ambientales.
Los padres de la víctima buscan saber si pudo haber más partícipes en el ataque, ya que su hijo presentaba un traumatismo de cráneo y sufrió un daño encefálico luego de recibir más de 10 golpes en la cabeza.
Los restos de Joaquín fueron sepultados ante la conmoción de los vecinos, familiares y amigos de esa localidad del sureste de la provincia de Córdoba.
Durante toda la jornada se desarrolló el sepelio en un panorama de desconsuelo, que se potenció antes de ser trasladado el féretro desde la sala velatoria hasta el cementerio local.
Tras la sepultura, los vecinos se movilizaron por las calles Laboulaye encabezados por los padres de Joaquín y el pedido de Justicia.
"Mi hijo fue a la escuela y me lo entregaron en un cajón. Me parece que puede haber más (involucrados) y quiero ver imágenes desde que Joaquín salió de casa, fue a la escuela y todo el recorrido", expresó.
Y agregó: "Hoy estoy vacía, no tengo a mi hijo. Nosotros somos una familia rota. Se nos fue un eslabón".
Joaquín desapareció la semana pasada, cuando llegó a la escuela Ipem Nº 278 Malvinas Argentinas, dejó la bicicleta en el patio del colegio y se retiró sin ingresar a clases.
Las cámaras se seguridad de la zona captaron el momento en el que el chico caminó por la vereda de la escuela acompañado por su amigo y compañero de colegio que luego confesó la autoría del crimen.
Los padres de Joaquín se alarmaron al no tener noticias suyas después de clases y radicaron una denuncia que dio origen a la búsqueda.
Finalmente, el domingo el cuerpo del adolescente fue hallado por vecinos en una vivienda abandonada ubicada a 100 metros del colegio, tras lo cual fue detenido el amigo de Joaquín, que no puede ser imputado por el crimen debido a que tiene 14 años y no es punible de acuerdo a la ley.