En el Área Metropolitana se corren aproximadamente 1.000 picadas clandestinas todos los fines de semana, aún en pandemia, una realidad que cada vez se denuncia más según los especialistas.
Luego de que un niño de seis años perdiera la vida al ser atropellado mientras aguardaba poder cruzar la calle junto a sus padres en Laferrere, las picadas clandestinas volvieron a ser tema de debate.
Es que, según precisaron fuentes judiciales a Diario Popular, cada fin de semana se corren alrededor de 1.000 picadas clandestinas en el AMBA, lo que se traduce en poco más de 20 por hora.
Al respecto, la fundadora de la organización Madres del Dolor, Viviam Perrone, alertó que "están aumentando las denuncias sobre la realización de picadas" clandestinas. "Muchos me van mandando o me piden que me fije en tal grupo de Instagram, y así como lo recibo lo mando tanto a Provincia como a Ciudad", expresó.
Bajo esta línea, Perrone hizo hincapié en que, si bien al principio de la cuarentena las picadas eran prácticamente nulas, la flexibilización del decreto del aislamiento social, preventivo y obligatorio conllevó a que vuelvan a verse.
"Durante las dos primeras semanas de la cuarentena, no habían picadas y prácticamente ningún hecho vial porque había muchísimos controles en las calles y la gente no salía. Cuando aflojaron los controles en la provincia de Buenos Aires, lamentablemente comenzaron las muertes viales y hace dos meses iniciaron estas carreras clandestinas, las cuales vengo denunciando cada vez que me entero de alguna", lamentó.
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Asimismo, sostuvo que las picadas no se llevan a cabo como antes, cuando "se reunían en un lugar y, a partir de ahí, se armaban las carreras", sino que en la actualidad sucede que "están circulando sobre Panamericana o alguna ruta y salen a partir de algún semáforo o tocando tres bocinazos y ahí comienza la picada".
La muerte del menor de 6 años, identificado como Tahiel Contreras, el pasado domingo en Laferrere dejó en shock a los vecinos de La Matanza. De acuerdo a los testimonios llevados a cabo por testigos del trágico hecho, el deceso del pequeño se produjo en el marco de una picada en la que corría Nahuel Olivera, de 22 años, a bordo de un Chevrolet Corsa.
Olivera impactó con su vehículo a un VW Fox que transitaba por el carril lento de la Ruta 21. El impacto conllevó a que el otro automóvil perdiera el control.
Perrone informó que, al enterarse de la muerte de Tahiel, llamó "al director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (Pablo Martínez Carignano), quien enseguida se puso a disposición. Mandó un equipo de abogados para acompañar a la familia", afirmó.
Sin embargo, insistió en la necesidad de mejorar los controles a la hora de hablar de siniestros viales en el marco de picadas clandestinas. "La única manera de evitar las picadas son con controles efectivos, pero no fijos, sino que circulando por las rutas", aseveró la titular de Madres del Dolor, quien rememoró que, la semana pasada, se reunió el ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, a quien le solicitó un protocolo vial.
Sucede que, analizó Perrone, "no sabemos quién tiene que levantar el hecho" al registrarse un episodio de este estilo. "También pedimos que, en Provincia, cuando ocurren estos hechos como el de La Matanza, que no se le devuelvan los autos cuando se los encuentra corriendo una picada. Que hagan como se hizo en Ciudad con el caso de (Alejandro) Radetic, en el que la camioneta fue subastada y ese dinero entregado a un hospital", concluyó.
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