Al momento de estar ante los policías, el ex prefecto sospechado por la desaparición de Araceli Ramos afirmó que, “me lo van a tener que probar”. Tiene marcas en los brazos que podrían ser compatibles con rasguños.

"Me lo van a tener que probar", les dijo a los policías Walter Vinader, el ex comando de la Prefectura Naval (PNA) sospechado por la desaparición de Araceli Ramos, al resultar detenido, mientras que se investiga si también tiene responsabilidad en la ausencia de la madre de un amigo, dueña de la casa de la localidad bonaerense de Caseros a la que había sido convocada la chica para una entrevista laboral.

Fuentes judiciales aseguraron, en tanto, que Vinader (39), ex cabo primero del Grupo Albatros de la PNA solicitó ayer al mediodía a través de un abogado una prórroga de 24 horas para ser indagado por el fiscal Enrique Velazco Cerviño, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del San Martín.

En principio, el fiscal indagará a Vinader no sólo por la desaparición de Araceli (19), sino también por la de Aída Amoroso (86), quien fue vista por última vez a mediados de septiembre y que era la madre de un amigo suyo fallecido.

Las fuentes judiciales dijeron que el fiscal le imputó al acusado el inciso 5o.del artículo 142 bis del Código Penal, es decir por el delito de "privación ilegítima de la libertad calificada" por tratarse de un ex miembro de una fuerza de seguridad, el cual prevé penas de 10 a 25 años de cárcel. El detenido fue sometido en las últimas horas a una revisión médica en la que se detectaron algunas escoriaciones en los brazos que podrían ser compatibles con rasguños, explicaron los investigadores.

El detenido fue dado de baja de la PNA en 2006, luego de que tres años antes había denunciado a pares por presunta connivencia con la prostitución en el Puerto de Buenos Aires y de haber falsificado la firma de un compañero para sacar un crédito, según fuentes de la investigación.

Además, Vinader tenía otras causas por estafas, en una de las cuales había estado detenido.

Se cree que en su lugar de detención, Vinader conoció a Emilio Razzónico, hijo de Aída Amoroso, un hombre que murió a mediados de este año, presuntamente víctima de una enfermedad.

La muerte de este hombre también está en la mira de los pesquisas, ya que su certificado de defunción, en el que consta que el cadáver fue cremado, fue hallado en la casa del detenido. Vinader fue apresado a pedido del fiscal Velasco Cerviño, quien en las últimas horas recibió el resultado del listado de llamadas entrantes y salientes del teléfono celular de Araceli, en el cual el acusado quedó seriamente comprometido. Es que allí se constató que Vinader se había comunicado en cinco oportunidades con Araceli antes de su desaparición, y las llamadas provenían de la casa de Puán al 3700, en Caseros, donde se concertaría una entrevista laboral.

Al ser allanada esa vivienda, los expertos en rastros de la Policía bonaerense encontraron huellas dactilares en una botella de cerveza que, al ser cargadas en el sistema de identificación de huellas AFIS, se determinó que pertenecían a Vinader. Las fuentes destacaron que, tras detenerlo, los pesquisas se dirigieron a su casa en la Capital Federal, y encontraron allí una escritura de la vivienda de Amoroso, como así también el certificado de defunción de su hijo, Razzónico. Desde la causa se indicó que, al ser detenido, el hombre se mostró ofuscado con los efectivos policiales. "Me lo van a tener que probar", les dijo sobre la sospecha de su vinculación con la desaparición de la chica.i