Graciela, la mamá de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes en enero de 2020 en Villa Gesell, tomó la decisión de hablar durante el inicio de la segunda audiencia de alegatos en los tribunales de Dolores y señaló que se “hubiera tirado sobre él para que esas patadas fueran para mí”.
“Siempre pensé que algún día mi hijo se recibiría y que estaría viendo como defendería a la gente, nunca pensé que estaría presenciando su asesinato”, agregó la mujer.
“Me costó mucho estar en este lugar. Cargamos las valijas para venir a Dolores porque nunca me atreví a mirar los videos y acá los vi reiteradas veces”, remarcó, visiblemente emocionada y a metros en donde los ocho rugbiers acusados del crimen la escuchaban en silencio.
En su relato también reconoció que nunca pudo ver los videos del ataque de su hijo hasta este momento, dónde se está juzgando a los ocho imputados. “Me costó horrores ver la forma cómo lo asesinaron. Es una angustia impresionante que nunca podré olvidar cómo mi hijo levantaba su mano mientras imploraba piedad, mientras le seguían dando patadas tras patadas”.
Y resaltó: “tenía esa sensación, como madre, de tirarme sobre él y ayudarlo para que esas patadas sean para mí, porque yo daría la vida por mi hijo, un chico bueno y decente que nunca creyó en la maldad”.
Además, recordó: “antes de irse, yo le decía a mi hijo ‘cuando haya una pelea tratá de huir y de buscar a alguien que te ayude’ y él me decía ‘no creo en la maldad’”.
Para cerrar pidió "justicia por mi hijo, quiero que paguen lo que hicieron. No le tuvieron piedad. Solo deseo justicia”.
Por su parte, Máximo Thomsen lloraba y se secaba las lágrimas mientras la mujer hablaba. Esto se pudo ver durante la transmisión del juicio que se está llevando adelante en Dolores.
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