Una niña de 11 años fue hallada muerta, amordazada y atada en el interior de una bañadera, con signos de haber sido golpeada en un presunto ataque para violarla en una vivienda de la ciudad bonaerense de Junín, en momentos en que era buscada por su familia, que ya había denunciado su desaparición por las redes sociales.
En el sitio se detuvo al casero del lugar, sindicado como el presunto homicida, en medio de la reacción de los vecinos y allegados a la pequeña, quienes intentaron linchar a este sujeto y mantuvieron enfrentamientos con los efectivos policiales, en los que varios patrulleros resultaron apedreados y uno de ellos, quemado en forma parcial.
Todo se desencadenó ayer, en horas del mediodía, cuando la nena, identificada como Camila Borda, salió de su domicilio en la calle Arias al 1500 del barrio Ricardo Rojas para hacer una compra en un comercio de la zona y como con el paso de los minutos no regresaba, sus familiares comenzaron a buscarla de manera desesperada. Cuando ya habían pasado cuatro horas, unos chicos vieron la bicicleta de la pequeña en el terreno de una casa, ubicada enfrente, dando aviso a los uniformados que ya habían sido convocados al lugar. Para entonces, tanto en las redes sociales, como en mensajes de WhatsApp se había viralizado el caso.
Cuando una brigada policial ingresó en la vivienda de Arias 1559, donde reside solo un cuidador, llamado José Carlos Varela (de 40 años y conocido en el barrio como el “paraguayo”), encontraron el cuerpo sin vida de la niña, maniatada y con la boca tapada, adentro de una bañadero en la parte superior de la casa. De inmediato, se detuvo a este sujeto, quien previamente había dicho desconocer el paradero de la buscada, como el supuesto asesino, al mismo tiempo que el informe preliminar dio cuenta sobre que la víctima habría sido ahorcada, golpeada y ahogada ante una presunta resistencia a un abuso sexual.
Una vez que se conoció la noticia del crimen de Camila Borda, la gente de esta popular barriada de Junín salió a la calle, pretendiendo linchar a Varela y hacer justicia por mano propia, pero ya varios patrulleros se habían acercado a la zona, para respaldar la labor de los peritos.
En esas circunstancias, comenzaron los proyectiles contra el frente de la casa donde encontraron muerta a la nena y cuando la Policía intentó preservar la zona, además de la salida del lugar del detenido, se registraron graves incidentes, con pedradas, un móvil que fue prendido fuego y la represión para dispersar a los más revoltosos.
El comisario Walter Feletto, titular de la Jefatura Departamental Junín, supervisó el operativo, al que fueron convocados efectivos del Comando de Patrullas y Grupo GAD, mientras el fiscal Sergio Terrón, a cargo de la investigación, estuvo presente en la zona, recabando testimonios y determinando que el sospechoso fuera trasladado a una seccional policial alejada del barrio Ricardo Rojas.
En tanto, se trató de identificar al grupo más radicalizado que atacó a los uniformados, pero ante la “situación caliente” que se vivió durante toda la tarde de ayer, se optó por no disponer detenciones.