La mujer, de 62 años, recibió una pena de 11 años de prisión, aunque apeló el fallo y por ahora continuará en libertad. Cuando la nena tenía 7 años y quedaba a su cuidado, la obligaba a practicarle sexo oral.
En un fallo inédito, un tribunal de La Matanza condenó a una mujer a 11 años de prisión por haber abusado sexualmente de su nieta de siete años. El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de La Matanza, de este modo, emitió la primera sentencia en el país contra una “abuela abusadora”. Pero la imputada aún no irá prisión porque la defensa rápidamente presentó un recurso de apelación y ahora deberá decidir su suerte la Cámara de Casación bonaerense. Ayer a la tarde el tribunal condenó a Francisca Sostoa, de 62 años, a once años de cárcel por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo, reiterado, en concurso con corrupción de la menor”. Según pudo reconstruir la fiscalía, los abusos se produjeron entre diciembre de 2008 y enero de 2009 cuando la niña visitaba a su abuela en su casa del barrio Sarmiento, en la localidad de Villa Celina. “Eran las visitas normales que una nieta realizaba a su abuela. Pero esta mujer le hacía sexo oral y después obligaba a la nena a que le hiciera lo mismo”, recordó, con repugnancia, Alejandra Falcón, la abogada querellante. La víctima, cuyo nombre se preserva por ser menor, tenía en ese momento 7 años. Meses después la niña sufrió cambios repentinos en su comportamiento hasta que su madre, asesorada por una psicóloga, pudo enterarse de las vejaciones a las que había sido sometida. A consecuencia de los abusos, la niña sufre secuelas psicológicas por lo que sigue un tratamiento para minimizar sus efectos. “Habrá que seguir su evolución. Ahora está con su mamá. Lamentablemente el padre, que no vive con ellos, siempre encubrió a la abusadora, que es su propia madre. Decía que nunca dejaba sola a la nena pero después se certificó lo contrario”, agregó la abogada en diálogo con este diario Para Falcón, “se trata de la primera condena por abuso contra una abuela en el país. Realmente uno idealiza a las abuelas, por eso lo extraño del caso. Pero esta persona sigue libre y es peligrosa. No tiene rasgos que la delaten y parece una persona común. Estamos conformes con el fallo pero es evidente que la defensa llegó a la sentencia con la apelación en la mano. Y parece una contradicción que se dicte un fallo unánime y, por otro lado, se mande el caso a Casación. Por eso pedimos celeridad a la justicia: que esta mujer esté libre es peligroso para el barrio”. Al ser consultada si la mujer había sido denunciada por otros hechos similares, la abogada dijo que “el único comportamiento anormal que había presentado es que amamantó a su hijo hasta los 12 años”. Durante el juicio, Sostoa se declaró inocente pero el tribunal detectó contradicciones en sus declaraciones.