El hallazgo del cuerpo de Camila Borda, de 11 años, en la casa de su asesino José Carlos Varela, desató una ola de indignación generalizada en el partido bonaerense de Junín, que culminó en incidentes con vehículos policiales destrozados y agentes heridos.
Tras la detención de Varela, se registraron varios incidentes entre vecinos que intentaron atacar al detenido y la Policía, que tuvo que intervenir para dispersarlos, según informa la agencia Télam.
De acuerdo a fuentes policiales, todo comenzó al mediodía cuando la víctima, identificada como Camila Borda (11), salió de su casa a bordo en una bicicleta para efectuar una compra en un negocio cercano. Dado que la niña no regresó, su madre concurrió a la Comisaría 1ra. de Junín a las 15.45 para realizar la denuncia por averiguación de paradero.
Según las fuentes, el personal policial montó un operativo en la zona para ubicar a Camila y se entrevistó con el cuidador de una quinta situada en Arias 1559, en el barrio Ricardo Rojas. A ese lugar, ubicado a pocos metros de la casa de la víctima, la Policía llegó luego de que un vecino avisó que había una bicicleta similar a la de ella.
Los policías notaron que Varela (40), estaba nervioso y al registrar el inmueble no quería permitir que entren al baño de la planta alta aduciendo que estaba mojado.
No obstante, los efectivos ingresaron y hallaron a la niña muerta en la bañera con una bolsa de nailon en la cabeza y con signos de haber sido estrangulada, agregaron las fuentes.
La Policía Científica realizó desde el hallazgo del cadáver los peritajes correspondientes en busca de rastros que permitan esclarecer el hecho.
Al respecto, el fiscal de la causa, Sergio Terrón, dijo que la autopsia se estaba realizando esta noche en la morgue judicial de Junín para establecer fehacientemente las causas de la muerte. "Tengo cuarenta y ocho horas para indagarlo y recolectar todas las pruebas posibles”, añadió el funcionario judicial, quien dijo que el detenido acusado del delito de “homicidio agravado” conocía a la víctima.
Para el fiscal, el asesinato está “totalmente esclarecido”, aunque todavía no se sabe el móvil y si hubo abuso sexual.
El asesinato generó repudio en la ciudad, donde centenares de personas marcharon para pedir justicia y protestar por el crimen.
El fiscal Terrón informó que, debido a la tensión que había, agentes de seguridad custodiaban la plaza central y edificios públicos de la ciudad del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Es que vecinos intentaron atacar al acusado cuando policías lo detuvieron y los agentes de seguridad debieron usar cartuchos de estruendos para dispersarlos. "Hubo móviles con roturas importantes y quemados, al menos tres efectivos lesionados y hasta la propia madre de la niña recibió un piedrazo, precisó fiscal.
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