A Kevin le faltaba un diente, estaba cursando tercer grado y vivía con su familia en una casa de la tira 6. Le gustaba el fútbol, que jugaba en una placita del barrio bautizada "Kevin", no por él, sino por otro chico que llevaba su mismo nombre y fue asesinado cuatro años antes en circunstancias similares. "No se fue 'otro pibe'. Se fue un pibe, que era único, tierno, irrepetible.
Nos quitaron a un sobrino, a un hijo, a un chiquito de tercer grado, por otro enfrentamiento que perfectamente se pudo haber evitado", escribieron en la revista (imprescindible) "La Garganta Poderosa", único medio de comunicación que reflejó el crimen.
Dentro de un puñado de horas, cuando llegue el 7 de septiembre, se cumplirán dos años del homicidio del chico.
Y todo podría ser silencio alrededor de su muerte. Porque no conviene hablar de Kevin. Es que hablar de Kevin implica visibilizar la violencia institucional que padecen, como cachetazos cotidianos que a veces hasta toman la forma de balas, aquellos que habitan barrios como Zavaleta. Hablar de Kevin es meterse con los mercaderes de las drogas, que no son los soldaditos que portan armas y matan por ganar territorios, sino sus jefes, que digitan el "negocio" desde sus barrios cerrados, privados y exclusivos. Hablar de Kevin es replantearse lo que se vende como "inseguridad", que no es otra cosa que meter miedo para seguir lucrando con las armas, los patrulleros, las cámaras, los drones, los efectivos sin formación y tanto más. Hablar de Kevin es desnudar que la presencia de "tropas" uniformadas en los barrios pobres es sinónimo de control cercano para la droga, la trata de personas para su explotación (sexual o laboral) y otras actividades que saben esconder, y ya lo dijo bien Nano, como buenos "hombres de paja que usan la colonia y el honor para ocultar oscuras intenciones".
Se cumplen dos años del crimen de Kevin. Casi nadie habla de Kevin. Salvo la gente de "La Garganta Poderosa" y La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza, que organizan para este domingo una jornada de memoria y justicia para el chiquito. "El enano no se calla", reza el lema de la convocatoria, que se iniciará a las 11 horas, en Esnaola 3780, de San Justo, y se extenderá durante todo el día.
Allí se hablará de Kevin. Y unos doscientos chicos, que viven en villas, jugarán a la pelota en un campeonato denominado "Copa Kevin". Y esos mismos pibes pintarán un mural en la casita que tiene la APDH con el rostro de Kevin, cerquita de donde está la imagen de Luciano Arruga.
Se emociona Pablo Pimentel, titular de la APDH, al contar que esa sede que vienen cuidando y tratando de que crezca con muchísimo esfuerzo, será el lugar para recordar y hablar de Kevin.
"Estamos sorprendidos y orgullosos de que los compañeros de Garganta Poderosa nos hayan elegido como el espacio para recordar los dos años del brutal asesinato de Kevin, a quien le cortaron la posibilidad de construir su mundo", dijo el militante a Diario Popular.
Y siguió hablando de Kevin: "este pibe somos todos y representa lo que provoca este sistema perverso, guiado por adultos. A Kevin lo mató la inacción policial, que no está al servicio de la comunidad, sino de otros intereses. Para nosotros será un día de recuerdo, de tristeza, porque Kevin no está, pero también de alegría, porque otros 200 chicos como Kevin vendrán a jugar a la pelota, y también a realizar tareas solidarias, dándonos una mano en nuestra sede".
Y lo que pasa cuando se habla de Kevin también es mágico. Es que en ese barrio de La Matanza donde funciona la APDH, los vecinos sintieron el ruido de estos días previos a la jornada y se acercaron a brindar ayuda. "Fue hermoso eso. Porque nos preguntaban por Kevin, al vernos preparar la canchita donde jugarán a la pelota, y muchos empezaron a solidarizarse. Eso lo logró Kevin", contó Pimentel.
El expediente por el homicidio del chico estuvo paralizado un año, en un cajón de la Fiscalía de Pompeya. Ahora, por orden del juez Correccional Luis Alberto Schelgel, la Justicia está por llevar a juicio oral a un solo prefecto imputado en la causa: el oficial Daniel Stofd.
Entre las actividades, se adelantó que se leerá una carta de la madre de Kevin y alrededor de las 16 horas, con la presencia de la Madre de Plaza Mayo Nora Cortiñas y otros referentes de los Derechos Humanos, habrá una conferencia de prensa. "Vamos a estar hablando de Kevin todo el día. Y exigiendo justicia", finalizó Pimentel