Daniela Mujica está acusada de acosar a sus alumnos de la Escuela N°58. La prueba ya fue incorporada a la causa y ahora la misiva será sometida a una pericia caligráfica.
Una carta de puño y letra complica a Daniela Mujica, la docente acusada de abusar de sus alumnos de la Escuela N°58 en La Plata. En una hoja de carpeta, la mujer habría escrito un mensaje intimidatorio a uno de sus alumnos.
“Qué suerte tengo de tenerte siempre. Ojalá siempre sea así. Sabés que te amo con todo mi corazón. Siempre sos el número uno para mí”, comienza la carta.
La misma finaliza con una amenaza que llama la atención sobre la insistencia de que su alumno se separe de su novia, una compañera de curso: "Si me llegás a cambiar una vez más te voy a matar. Siempre mío. Te amo”.
La prueba ya fue incorporada a la causa y ahora la carta será sometida a una pericia caligráfica para constatar si la letra pertenece a Mujica.
Según se constata en el documento entregado, el escrito estaba dirigido para el mismo estudiante a la que ella celaba por chat, trataba como novio y hasta habría besado.
En un comienzo la causa estaba caratulada como grooming, pero tras el conocimiento de conversaciones por redes sociales y WhatsApp entre Mujica y sus alumnos menores de edad, la misma fue recaratula como abuso sexual simple.
Este lunes la docente rompió el silencio y dio testimonio sobre los casos que se le acusan. Frente a las cámaras negó los hechos a los que se la vinculan, pero admitió que su relación con los estudiantes era de excesiva confianza.
Junto con su abogado Álvaro Núñez, Mujica subrayó que no está vinculada a los hechos dados a conocer y que “la información está tergiversada”.
“Los nenes me tenían agendada como ´mami´, me decían ´mamá´, me venían a saludar todos los días en la puerta del colegio y los abrazaba enfrente de sus familias”, aseguró.
En una de las denuncias se indica que uno de los alumnos sostuvo que ella lo besó y ante este escenario Mujica subrayó que nunca lo hizo ni lo haría.
El hecho que desató el escándalo en La Plata fue descubierto por una madre del curso que notó que la profesora enviaba mensajes al celular de su hijo fuera del horario del colegio. Al revisar el chat, corroboró que no se trataba de una conversación de tipo académica y alertó al resto de las mamás del grado a fin de que verificar si había más casos similares en el grupo.
De acuerdo a la denuncia, la docente mantenía un vínculo “de mayor confianza que las otras maestras” con los adolescentes de su clase y les había dado su celular y su perfil de Instagram para que le escribieran cuando “estuvieran aburridos”. En algunos de los mensajes encontrados se leía que la acusada los celaba y les escribía: “Sos mi rey”, “Yo sé que soy la única” o “qué lindos tus audios”.
Luego de que trascendieran los hechos, la maestra fue separada de su cargo. Además, el personal del gabinete psicopedagógico escolar se puso a disposición de las familias y los estudiantes para acompañarlos en el proceso.