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La Justicia decidió que dos de los tres policías investigados por encubrir el crimen de Luciano Olivera recuperen su libertad. El joven murió baleado a principios de diciembre en Miramar.
La Justicia de Garantías de Mar del Plata resolvió este viernes que recuperen su libertad dos de los tres policías investigados por encubrir el crimen de Luciano Olivera, el adolescente que murió baleado por efectivos de la Policía Bonaerense el 10 de diciembre en la ciudad de Miramar.
Fue el juez Gabriel Bombini, a cargo del tribunal número 5 quien les dictó la falta de mérito a los policías Rocío Mastrángelo y Kevin Guerricagoitia, quienes saldrán de prisión por estas horas, mientras que seguirá preso el policía Nelson Albornoz, que estaba a cargo del operativo en la madrugada del crimen, cuya ejecución habría estado a cargo del efectivo Maximiliano González.
La eximición de prisión se dio a pesar del pedido que había hecho la fiscal Ana María Caro para los tres policías; solamente a Albornoz se le dictó la prisión preventiva en el marco del proceso, por lo que continuará detenido hasta que surjan nuevos avances en la investigación.
A partir de los elementos de prueba reunidos por la titular de la fiscalía descentralizada de Miramar, el juez Bombini no encontró argumentos suficientes como para que Mastrángelo y Guerricagoitia sigan detenidos en el penal de Batán.
No obstante ambos seguirán imputados en la causa que lleva adelante Gómez por los delitos de "encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio".
En el caso de Albornoz se le confirmó la preventiva al valorar su mayor responsabilidad y la versión contradictoria que brindó a la oficial superior al exigir su presencia por un hecho de "moto en fuga" cuando la muerte de Olivera ya se había consumado.
Vale recordar que esa fatídica jornada, un móvil del Comando de Patrullas de Miramar acudió luego de un llamado al 911 a la zona del Anfiteatro, ubicado en el centro de esa ciudad, y comenzó a perseguir a un joven que circulaba en una moto Yamaha YBR 125, hasta la avenida 9 entre calles 34 y 32.
La víctima -que resulto ser Olivera- se encontró de frente con otra patrulla de la que descendieron tres uniformados; uno de ellos, Maximiliano González, le apuntó con su pistola reglamentaria y le disparó.
Según se desprende de los testimonios, el oficial le habría reconocido a sus compañeros que se le escapó el tiro que acabó con la vida del menor, y por lo que está con prisión preventiva a la espera del avance del proceso que podría acabar con una condena por homicidio.
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