La Policía de la Ciudad detuvo a un hombre en el barrio de Nueva Pompeya por ser el responsable de un criadero ilegal de mascotas, en el que se rescataron a 17 perros -14 de la raza Boyero de Berna, dos Golden Retriever y un Jack Russell- y hallaron a 58 aves muertas.
La unidad encargada de llevar a cabo el operativo fue la División Conductas Contravenciones y Faltas, que encabezó un allanamiento en un domicilio de la calle Ancaste al 3500, ordenado por el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Número 20, a cargo de la doctora Rocío López Di Muro, y luego de una investigación de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) del doctor Carlos Rolero Santurián.
Del procedimiento participaron también el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal (MPF), la División Canes de la Policías de la Ciudad, la Guardia de Auxilio, la Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA) y la ONG “Fundación Planeta Vivo”.
Los animales rescatados fueron 14 perros de la raza Boyero de Berna, 8 adultos y 6 cachorros, dos Golden Retriever adultos y un Jack Russell, todos ellos en malas condiciones. También fueron encontrados 54 canarios y 4 mandarines muertos en el interior de una jaula, lo que representaba un peligro por la potencial propagación de enfermedades.
La Justicia determinó que los canes se los den a la ONG “Fundación Planeta Vivo”, y ordenaron decomisar las jaulas de las aves y dárselas a la ONG “Pájaros Caídos”.
Además, se dispuso que se retiren los cadáveres de los pájaros, que se haga presente personal de Higiene Urbana para limpiar la vivienda y que sea detenido el responsable, intimado por los delitos de actos de crueldad animal.
En el operativo se labraron actuaciones por infracción a la Ley 14.346 (malos tratos y actos de crueldad a los animales).
La Policía de la Ciudad rescató a 65 aves autóctonas que eran criadas y comercializadas de forma ilegal en un domicilio del barrio de Coghlan.
Personal de la División Delitos Ambientales encabezó el procedimiento en la vivienda ubicada en la calle Manuela Pedraza al 4000, donde se denunció que allí se realizaba la crianza y comercialización de aves autóctonas, cuya tenencia está prohibida.
De la investigación estuvo a cargo la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), bajo la titularidad del doctor Carlos Rolero Santurain, y la orden de allanamiento la dictó el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Número 31, Secretaría 61.
Formó parte también del procedimiento el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ).
Al ingresar al lugar, los efectivos hallaron unas 65 aves en cautiverio, entre jilgueros, corbatitas, cabecitas negras, canarios, cotorras australianas y otras especies que eran criadas para comercializarlas.
Luego de una orden judicial, los animales fueron trasladados al Ecoparque de la Ciudad y a la ONG Pájaros Caídos para que sean atendidos por veterinarios y reinsertarlos a la vida silvestre.