El abogado Matías Morla, quien representa a la familia del empresario Roberto Fernández Montes, asesinado el sábado en el barrio porteño de Caballito, aseguró que "el crimen que ocurrió ahora lo vienen planificando hace seis meses", y que está convencido de que si en la casa hubiera estado la hija menor de la víctima, también la habrían matado.
En tanto, los investigadores realizaron ayer diversas diligencias para intentar localizar y detener al carnicero de nacionalidad paraguaya, Pedro Ramón Fernández Torres (50), quien desde el miércoles tiene orden de captura nacional e internacional por su presunta participación en el asesinato.
Además, el juez del caso, Hernán Martín López, evaluaba la situación procesal del mecánico César Ricardo Arce López (43), detenido el martes como el presunto coautor del crimen de Fernández Montes (67) registrado por las cámaras de seguridad del edificio, antes de que se estableciera que esa persona era Fernández Torres.
Por su parte, Morla se presentó ayer en el Palacio de Tribunales porteño, junto a Giselle, la menor de las dos hijas de la víctima, para dialogar con López, titular del Nacional en lo Criminal de Instrucción 6, quien dispuso custodia para ambas a raíz de una serie de amenazas que recibieron en las últimas horas.
"Está recibiendo comunicaciones constantes, llamadas raras en las que dicen que tengan cuidado, que no hable más", dijo en relación a esas amenazas.
"Apareció nueva prueba que indica que el tercer autor es el paraguayo que está prófugo", señaló el letrado respecto de Fernández Torres y agregó: "El carnicero es el autor material, no hay duda de eso".
Morla afirmó que está convencido de que el yerno de la víctima, Santiago Corona (34) planificó el asesinato con varios meses de anticipación, cuando "en agosto pasado" sacó "una póliza de seguro de vida" para su suegro en la que él mismo era beneficiario.
"El crimen que ocurrió ahora lo vienen planificando hace seis meses", señaló y aseguró: "por más que lo cobre, va a estar todos los días preso".
Respecto del mecánico Arce López, quien declaró ante la Justicia ser inocente, Morla aseguró que "la prueba que hay hasta ahora es débil" y que "si es inocente" debe ser liberado. Sin embargo, el abogado querellante que representa a Giselle y Natalia Fernández Montes, ambas hijas de la víctima y la segunda esposa de Corona, no descarta la participación del mecánico e incluso mencionó que "hay un nuevo video" en el que aparece "un tercero" que para él podría ser Arce López.
"Creo que la mecánica del crimen es que el autor, porque lo había estafado y porque quería borrar las pruebas y zafar de una causa penal, es el yerno. Se valió del mecánico que era su socio, su mejor amigo, su compinche, y contrataron la mano de obra asesina del carnicero", afirmó. Sobre Corona, dijo que "este asesino" adoptó "la conducta de un diablo" y que "es un demente peligrosísimo".
El penalista dijo estar convencido de que los asesinos también tenían planeado asesinar a la menor de la hijas de Fernández Montes, que vivía con la víctima en el departamento del 5to piso de Aranguren 36 en Caballito y afirmó: "A Giselle no la mataron porque no estaba".
Para Morla, el móvil que tuvo Corona para planificar el crimen fue "evitar una causa penal por los robos que cometió" trabajando en la administración de la empresa de su suegro y que "están demostrado por los extractos bancarios, por las extracciones que realizó".La Policía buscaba intensamente a un carnicero de nacionalidad paraguaya como posible implicado en el crimen del empresario español Roberto Fernández Montes.
Se trata de Pedro Fernández Torres, de 51 años, quien está siendo buscado por Interpol ya que pesa sobre él desde este miércoles por la noche una orden de captura internacional. Ayer a la tarde la División Homicidios de la Policía Federal allanó la casa del prófugo ubicada en Paula Albarracín y Avenida Huergo, en la localidad de 9 de Abril, partido de Esteban Echeverría, a tan solo 50 metros de donde fue hallado incinerado el auto de la víctima.
El carnicero no estaba en la vivienda y desde fuentes policiales trascendió que se estaría movilizando en un Chrysler Stratus patente BVW 730. Las sospechas apuntan a que Fernández Torres es el hombre que acompañó al yerno de la víctima, Santiago Corona, a sacar del edificio lo que sería el cuerpo de la víctima envuelto en una frazada de color crema, según se pudo ver en las imágenes de las cámaras de seguridad. Además, sería quien ayudó a Corona a subir al auto de la víctima el bulto que sacaron del ascensor.
Las primeras pesquisas habían apuntado a que el acompañante de Corona era Ricardo Arce López, de 41 años, un mecánico que había trabajado para la víctima, el cual se encuentra detenido, pero éste habría presentado una coartada para reforzar su afirmación de que no estuvo presente en esa escena. Según trascendió, la carnicería perteneciente a Fernández Torres cerró por vacaciones, mientras que el comerciante le habría dicho a sus allegados que tenía que hacer algunos "trabajos".