Los abogados de las partes en el juicio de divorcio que en 2015 presenciaron el femicidio de Claudia Schaefer en el country Martindale de la localidad bonaerense de Pilar coincidieron al declarar este martes en el debate por el crimen que el empresario Fernando Farré lo cometió con “tranquilidad”.
Las declaraciones fueron formuladas al comenzar este martes la segunda audiencia del juicio que comenzó el lunes en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro, ubicado en la calle Ituzaingó 340 de esa localidad del norte del conurbano.
En una sala con poco público, frente a los doce jurados y al juez Esteban Andrejín, el primer testigo fue Carlos Quirno, el abogado civil que representaba a Schaefer (44) en el juicio por divorcio y el recurso de exclusión del departamento que el matrimonio compartía en el Barrio Norte porteño.
Quirno se encontraba en la casa del country de Pilar el 21 de agosto de 2015, cuando acompañó a su clienta a retirar sus pertenencias de la vivienda y presenció el momento en que Farré (54) encerró a su esposa en el vestidor, donde la degolló y la acuchilló 66 veces.
El abogado declaró que Farré lo saludó con “total normalidad” a él y a Schaefer al llegar a la casa del country y dijo que el acusado no mantuvo ningún tipo de discusión con su esposa mientras se disponían a recoger las pertenencias de ella, sino que se dio un diálogo “común” en el marco de un divorcio, “con tensión” pero sin agresiones.
Sin embargo, poco después advirtió que algo estaba sucediendo y se acercó a la habitación.
Además, precisó que “no se podía leer ninguna emoción” en el rostro del acusado cuando levantó la vista mientras su madre y él estaban mirando la escena desde el patio.
El letrado declaró que la mujer se había acercado al estudio jurídico en el que trabaja para llevar adelante un recurso de exclusión para Farré, con quien ya no quería convivir, proceso en el que también la asistieron para radicar una denuncia por violencia doméstica y se consiguió una restricción perimetral.
Consultado por las fiscales Carolina Carballido Catalayud y Laura Zyseskind, Quirno dijo que Schaefer le había comentado que la relación de pareja se había “desgastado con los años” y que “en los últimos meses había maltrato”.
“Claudia estaba angustiada, pero la exclusión la alivió”, dijo el abogado, porque la víctima “hablaba de una obsesión de Farré con ella”, y agregó: “La ponía en un lugar chiquito”.
Ese fue el punto en el que la fiscalía y el particular damnificado, representado por el abogado Jorge Sandro, pretendían indagar para fundamentar su acusación de “homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”, lo que implicaría una condena a prisión perpetua para Farré.
Sin embargo, la defensa del acusado, representada por Adrián Tenca y María Inés Bergamini Urquiza, buscó minimizar las declaraciones sobre la dinámica agresiva de la relación de pareja, al consultarle a Quirno por qué no se le dio cauce a la denuncia por violencia doméstica y por qué no se había acudido a la Justicia Penal de forma paralela al divorcio.
El resto del relato del abogado coincidió con el de la letrada que representaba a Farré durante la separación, Andrea Frencia, quien al igual que su colega contó cómo sucedieron los hechos el día del crimen en Martindale. Frencia apuntó que ella viajó junto a Farré y la madre de él hasta el country, que el viaje fue “normal” y que el acusado no estaba nervioso ni mostraba señales “extrañas”.
Explicó que durante los instantes previos al crimen, los tres estuvieron conversando con él en la casa mientras esperaban a Schaefer, y que durante esos minutos el acusado “no parecía estar nervioso” ni sobresaltado por ningún motivo.
Luego, Frencia relató que al darse cuenta que sucedía algo extraño, intentaron “desesperadamente” abrir la puerta del vestidor en el que estaba encerrada Schaefer con su esposo, y al ver que no podían, salieron al patio trasero para buscar un ingreso a la habitación desde una ventana, desde donde vieron a Farré ensangrentado tras el femicidio.
Dos testigos que siguieron fueron los empleados de seguridad de Martindale, quienes declararon que también vieron a Farré dentro del vestidor y que “estaba tranquilo”.
“Una persona en estado de shock no te contesta ni aunque le preguntes si está bien una y mil veces”, declaró Claudio Rojas, quien aseguró conocer ese tipo de estados emocionales ya que hace 18 años también trabaja como bombero voluntario.