A horas del fatal desenlace de Lucas González, el juvenil de Barracas Central que murió luego de recibir dos balazos por parte de efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se sigue armando el rompecabezas de lo que fue ese confuso episodio del miércoles por la mañana.
No habían pasaron ni cinco minutos que Lucas y otros chicos habían salido del predio del club, cercano a la villa 21-24, hicieron un par de cuadras y se detuvieron en un kiosco para comprar bebidas luego de realizar una práctica. Lucas era jugador de la institución desde hacía dos años, jugaba en la Sexta, y había animado a los otros a que fueran a probarse.
Uno de ellos es Niven Huanca, que vive en Avellaneda, y quien relató cómo fueron los hechos: "Nosotros fuimos a probarnos a Barracas Central, que es cerca de una villa... Me ofrecieron a llevarme, yo me conocía con Joaquín (otro de los chicos que viajaba en el Volkswagen Suran azul), que estaba atrás conmigo".
"Fuimos, compramos dos jugos, estábamos yendo y cerca de la plaza se pone en rojo y un auto se nos cruza y bajan así, chorros, tipo a robarnos, a apuntarnos ya con armas en mano... Y Lucas estaba de frente, encima con la ventana abierta", recordó el joven en diálogo con Telefe.
Ante la consulta sobre si en algún momento los efectivos dieron la voz de alto o se presentaron como policías, Niven fue contundente: "No, no, no... Chorros, te puedo decir. Yo dije 'Acá nos robaron todo' porque no parecían en nada policías".
Agregó que -ante esta situación- quien estaba al volante de la Suran decidió intentar esquivar el auto que los encerró: "Intenta doblar para la izquierda, ahí yo me agacho, y ahí nomás escucho cinco disparos más o menos... No levanté la cabeza hasta que paró y cuando me levanto lo veo a Lucas, que estaba adelante mío, y veo que le sale una bala (sic) por acá, y Joaquín grita '¡Está muerto, lo mataron! y lo saqué a Joaquín".
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