El fiscal del juicio por el aborto seguido de muerte de Paula Perassi, ocurrido en la ciudad santafesina de San Lorenzo en septiembre 2011 y cuyo cuerpo nunca fue encontrado, adelantó que pedirá la prisión perpetua para los cuatro principales acusados, y penas de entre 6 y 16 años para los cinco efectivos policiales, que estuvieron a cargo de la investigación del caso.
En la apertura de juicio oral y público, el fiscal Donato Trotta acusó a Gabriel Strumia, a su esposa Roxana Michl, a su empleado Antonio Díaz y a la partera Mirta Ruñisky por la desaparición de la mujer y el aborto sin consentimiento seguido de muerte, por lo que pidió que ellos sean condenados a la pena de prisión perpetua.
El alegato pidió además que se condene a la pena de 16 años de prisión a los ex policías Jorge Krenz, Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María José Galtelli, a quienes acusó de encubrimiento agravado, falsedad ideológica y destrucción de pruebas. También de seis años de prisión para el ex jefe policial de la ciudad de San Lorenzo, Adolfo Puyol.
Al exponer ante los jueces Griselda Strologo, Mariel Minetti y Alvaro Campos, el fiscal Trotta sostuvo que tanto los civiles involucrados como los policías coincidieron en ejecutar, ‘un plan sin escrúpulos, engañoso y macabro que será probado a lo largo del juicio’. ‘Vamos a demostrar que la impunidad tiene un límite, ya que este plan no hubiese sido posible sin la participación de altos jefes policiales”, aseguró.
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De acuerdo a lo consignado en la acusación, Paula Perassi (de 34 años) salió de su casa en San Lorenzo, cerca de las 22 del domingo 18 de septiembre de 2011, una hora y media después de recibir un llamado telefónico desde una cabina de un locutorio, con el pretexto de ir a buscar la tarea para uno de sus dos hijos. La teoría del fiscal es que esa llamada la realizó el acusado Strumia, quien mantenía una relación extramatrimonial con ella, para obligarla a salir de su casa.
Según la investigación, Perassi cursaba un embarazo de seis semanas de Strumia y había decidido tenerlo.
‘En cambio a Strumia se le complicaban las cosas en su casa’ y junto a sus cómplices, entre ellos su mano derecha y chofer, Antonio Díaz, ‘la metieron en un auto y la llevaron de manera forzada a la casa de la falsa partera, Mirtha Ruñisky, en la localidad de Timbúes, donde se le practicó un aborto forzado que terminó con su muerte’, consideró Trotta.
El cuerpo de Paula Perassi nunca apareció y, según el fiscal, ‘Strumia necesitó de los contactos que tenía con los jefes policiales de San Lorenzo a los que conocía y con quienes mantenía relaciones comerciales’.
Por su parte, en su alegato de apertura, la querella representada por los letrados Adrián Ruiz y José Ferrara acusó a los imputados de conformar ‘un colectivo criminal que tenía la intencionalidad de practicar un aborto’.
El debate tiene prevista la declaración de 180 testigos y las audiencias se extenderán hasta finales de abril.