La segunda autopsia realizada al cuerpo de un hombre que el 18 de noviembre pasado fue encontrado muerto en una comisaría de San Clemente del Tuyú, luego de ser detenido por provocar daños en un hotel de esa localidad balnearia, confirmó que presentaba lesiones compatibles con patadas con borceguíes y golpes con tonfas, por lo que los nueve policías acusados de homicidio continuarán detenidos, informaron fuentes judiciales.
Los voceros detallaron que el estudio forense practicado por segunda vez sobre el cuerpo de Alejandro Martínez (35) confirmó los resultados del primero y sumó algunos nuevos hallazgos, entre ellos una quebradura en la nariz de la víctima.
El resultado preliminar de la primera autopsia había revelado que el hombre murió por “asfixia mecánica” como consecuencia de numerosos golpes recibidos en distintas partes del cuerpo.
Ante dudas planteadas por la defensa de los nueve policías de la seccional 3ra. de San Clemente del Tuyó imputados y detenidos por el delito de “homicidio agravado por ser cometido por un miembro integrante de la fuerza policial abusando de su función”, el fiscal del caso, Pablo Mascioli, solicitó un segundo informe que ratificó el primer resultado.
Virginia Creimer, médica legista, forense y perito del parte de la familia de Martínez, dijo a Télam que la nueva autopsia “confirmó la abrumadora existencia de lesiones”, que no solo fue constatada por ella y su equipo, sino además por los peritos de la Policía bonaerense.
La perito de parte aseguró que, tras el resultado de la reautopsia, se estableció que Martínez “claramente fue sometido a numerosos traumatismos, a una violencia extrema, a distintos golpes, que entre ellos, le producen la fractura intercostal derecha, lo que provocó una asfixia que lo llevó a la muerte”.
Por el homicidio están acusados y detenidos nueve policías de esa dependencia, quienes continuarán en esa situación, según dijeron los voceros judiciales.
Martínez murió la madrugada del 18 de noviembre en una celda de la seccional a la que fue llevado tras ser aprehendido por provocar daños en el Gran Hotel Fontainebleau, de San Clemente, donde se hospedaba.
Tras la primera autopsia y las pruebas recolectadas, el fiscal solicitó el arresto de nueve efectivos, ocho de los cuales se negaron a declarar y el restante dijo que no estaba al momento de la muerte de la víctima.