El hombre de 66 años fue hallado culpable de abuso sexual "gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y el modo de comisión, agravado por la situación de convivencia preexistente".
La joven -que vive en la Villa de Merlo- realizó la denuncia en 2018, cuando había cumplido la mayoría de edad, pero los abusos por parte de su padrastro ocurrieron desde que ella tenía 9 años y continuaron hasta sus 16, según consta en la investigación.
Durante los alegatos el Fiscal de Cámara, Néstor Mario Zudaire, solicitó al tribunal una pena de 12 años para el acusado, con el atenuante de la ausencia de antecedentes penales y el agravante de que el delito se cometió con "el aprovechamiento de la inmadurez de la víctima y la extensión del daño causado".
En tanto, el abogado del ahora condenado, José Francisco Pérez, requirió su absolución por el beneficio de la duda y con el argumento de que no se presentaron pruebas importantes como la declaración de la madre, hermanastra y hermanastro de la víctima; no se hizo una inspección ocular en el domicilio ni se solicitó el informe de rendimiento escolar, entre otras.
Por su parte, el condenado aseguró que la denuncia de la joven era "falsa" y que respondía al "afán de que su padre biológico volviera a vivir con ella". Finalmente el Tribunal presidido por Juan Manuel Saá Zarandón -en carácter de subrogante-, e integrado por María Claudia Uccello y Sandra Elizabeth Piguillem, falló por la condena.
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