Ataques de furia, peleas con otros internos, cambio de pabellón y baños rotos son solo algunos de los incidentes que Rodrigo Eguillor, acusado de abuso sexual y privación de la libertad, protagonizó en el penal de Marcos Paz, donde lleva 43 días detenido.
Los problemas comenzaron previo a la navidad del año pasado. El 24 de diciembre, el joven arrancó el inodoro de la celda donde estaba alojado y tuvo una fuerte discusión con los guardias. Viviendo en el pabellón de agresores sexuales, Eguillor ya tuvo peleas y problemas con otros internos. Producto de esto, fue catalogado como interno “de riesgo” tanto para con él mismo como para su entorno.
El joven está acusado de haber violado a una joven de 21 años en un departamento del barrio porteño de San Telmo. De acuerdo a la denuncia de la víctima, Eguillor le prohibió salir de la vivienda e incluso forcejeó con ella.
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Los exámenes médicos determinaron que la mujer presentaba hematomas en la cara interior del muslo izquierdo, múltiples excoriaciones en ambos brazos, en la rodilla derecha y distintos golpes en otras partes del cuerpo.
Él, por su parte, fue sometido a análisis por parte del Cuerpo Médico Forense que concluyeron en que presenta un grave trastorno sociopático de personalidad con abuso mixto de drogas. Sin embargo, al momento de los hechos, tenía en claro lo que estaba haciendo.