En el primero de los hechos, que tuvo lugar en José C. Paz, los asaltantes utilizaron un machete. Y en el segundo, que pasó en San Francisco Solano, el ladrón atacó al trabajador con un destornillador.
Lo que debería haber sido un 24 de septiembre de celebración porque se trata de la fecha elegida para conmemorar al Día del Colectivero en recuerdo a lo que en 1928 fue el primer viaje a bordo de este tipo de transporte público en el país, se convirtió en un martes de violencia en el cual se conoció que dos choferes habían sufrido hechos de inseguridad.
Uno de los casos ocurrió en José C. Paz, donde delincuentes le amputaron tres dedos a un colectivero en medio de un intento de robo y el otro en San Francisco Solano, localidad del partido bonaerense de Quilmes en la que el conductor de una unidad fue apuñalado con un destornillador y golpeado por un ladrón encapuchado que simulaba ser un pasajero.
De acuerdo con lo que se detalló, el primero de los casos tuvo como víctima a un chofer de la línea 391 que conducía una unidad sin pasajeros y fue interceptado por tres delincuentes armados. Los asaltantes subieron al colectivo, abordaron al conductor y le robaron las pocas pertenencias que llevaba consigo, es decir, el teléfono celular y la billetera.
No conformes con el botín obtenido, antes de darse a la fuga larrojaron al piso de la unidad al conductor y le dieron un machetazo en una de sus manos, hecho que le ocasionó la amputación de tres dedos y la fractura de los dos restantes, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
En repudio al violento ataque, los compañeros de la víctima iniciaron un paro de las tres líneas que involucran a la empresa Expreso Parque El Lucero (749, 449 y 391). “Estábamos muy preocupados porque nuestro compañero nunca había pasado algo tan grave en la empresa. Entramos a barrios muy delicados, muy difíciles de trabajar. Ellos ponen el pecho todos los días, dejando la familia en la casa, y a cualquiera de nosotros nos puede pasar esto. Estamos acá por él y porque no quiero que pase más”, declaró uno de los delegados de la compañía a TN.
Por su parte, otro colectivero que participaba de la protesta aseguró que “es muy difícil” trabajar en las condiciones de inseguridad que él y sus colegas lo hacen a diario. “Se vive con miedo. No se puede trabajar a la noche. Está complicado, más en esta zona que es tierra de nadie”, subrayó.
“A mi me pasó lo mismo en el mismo recorrido en diciembre. Me robaron con dos machetes y me mataron a palos para robarme tres o cuatro cosas. De hecho me secuestraron. Me hicieron desviar el recorrido. Cuando vuelvo, busco a los dos patrulleros que estaban ahi a una cuadra me dijeron que eran de la Policía local y no podían hacer nada”, sumó otro compañero de la víctima.
Germán Weigel Muñoz, titular de la UFI N° 19 Descentralizada de Malvinas Argentinas, investiga el hecho y ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona del ataque para dar con los autores.
Anoche, unas horas antes del brutal ataque en José C. Paz, otro colectivero fue víctima de una violenta agresión, esta vez en San Francisco Solano. Mientras realizaba su recorrido, el chofer de la línea 239 fue abordado por un delincuente encapuchado que simulaba ser un pasajero.
La secuencia completa del ataque fue filmada por la cámara de seguridad que el conductor posee en su habitáculo. En las imágenes se observa que el atacante viajaba sentado en uno de los asientos de adelante, pegado a la ventanilla y encapuchado.
De repente, el hombre se puso de pie y caminó de forma sigilosa hacía su víctima, que se vio acorralada e indefensa. Sin mediar palabras, el atacante lo apuñaló en el rostro con un destornillador que extrajo de entre sus ropas. Cinco puntazos y varios golpes de puño le alcanzaron al agresor para que el chofer entregara su teléfono celular y otras pertenencias.