El presidente Mauricio Macri regresó ayer de China, donde participó de la Cumbre del G-20, y su primera actividad fue recibir en Olivos al jefe del Banco Central, Federico Sturzenegger, tras la polémica por diferencias con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, sobre la inflación.
Tras su participación en la reunión de las potencias mundiales en la ciudad china de Hangzhou, en la que estuvo acompañado por el jefe del Palacio de Hacienda, el mandatario arribó a la Argentina alrededor de las 11:00, previa escala en San Francisco, Estados Unidos.
Como primera actividad oficial a su regreso, el jefe de Estado recibió al presidente de la entidad monetaria, con quien dialogó sobre los índices de inflación.
En el encuentro realizado al mediodía de este martes también participaron el vicepresidente del Banco Central, el radical Lucas Llach; el gerente general, Mariano Flores Vidal; los directores Demian Reidel y Horacio Liendo; y el subgerente de Investigaciones Económicas, Pablo Neumeyer.
Fuentes de la entidad conducida por Sturzenegger resaltaron la presencia de parte del Directorio del BCRA y señalaron que es la primera vez que se realiza un encuentro de esta amplitud desde la asunción de Mauricio Macri al frente de la Presidencia. Asimismo, la reunión con el ex diputado nacional del PRO y ex presidente del Banco Ciudad se da días después de la polémica generada con el ministro de Hacienda y Finanzas en torno a las diferentes visiones de la problemática del aumento sostenido de precios.
En ese sentido, Prat-Gay había afirmado que la inflación "ya no es tema" de preocupación, mientras que Sturzenegger había advertido que aún no existe una "reducción sostenida" que permita llegar a esa conclusión.
Al respecto, la vicepresidenta Gabriela Michetti reconoció la existencia de "matices" entre ambos funcionarios del área económica, pero resaltó que "no hay separación, enfrentamiento o confrontación" entre ambos.
"Hay dos personas que tienen un alto conocimiento de la materia económica y un matiz sobre cómo llegar a bajar las tasas y cuándo y cuánto se bajan. Pero no hay separación o enfrentamiento o confrontación. Hay un respeto mutuo muy grande. Hay un matiz en ese tema. No creo que haya un conflicto por esa cuestión", indicó la presidenta del Senado. El jefe de Estado mantuvo una reunión de coordinación junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio; y los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana; y de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui.
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En tanto, Macri inaugurará hoy el nuevo centro de transferencia de cargas en el barrio porteño de Villa Soldati, construido con una inversión de 700 millones de pesos y que tendrá un movimiento inicial de 1.000 camiones diarios.
El centro, instalado en un predio de más de 37 hectáreas de superficie, es una iniciativa impulsada por el gobierno porteño y la Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas (Fadeeac) y fue desarrollado por la firma CTC Administradora S.A.
La obra, comenzada en 2014, demandó una inversión total de 700 millones de pesos y cuenta con 112 módulos distribuidos en 4 naves, y se prevé que, inicialmente, pasen por allí unos 1.000 vehículos por día.
Dura crítica de Pignanelli al plan económico oficial
El referente económico del Frente Renovador Aldo Pignanelli comparó ayer la política económica del Gobierno de Mauricio Macri con "la de la dictadura", por la "apertura indiscriminada de importaciones y la baja en costo laboral".
"Defendemos el trabajo de los argentinos o defendemos el trabajo esclavo de los chinos", consideró el economista, al criticar el programa oficial de intercambio comercial. Pidió, en consecuencia, decretar por 120 días la emergencia en el intercambio comercial para controlar los productos de consumo masivo que ingresan al país y reclamó volver a "la vieja Policía Aduanera".
Pignanelli hizo referencia a una publicidad difundida durante la dictadura en la que se destacaba la fortaleza de los productos importados en detrimento de los nacionales, que terminó destruyendo la industria argentina. "Me mostraron una publicidad de la dictadura militar que yo nunca había visto porque estuve exiliado. Y es terrible porque es lo mismo, es lo mismo que hace este gobierno, abrir la economía. En dictadura mostraban una silla de industria nacional que se rompía y de pronto aparece una súper silla importada", indicó, en declaraciones radiales.
Agregó que actualmente "es lo mismo, promocionan la industria importada como si los argentinos fuéramos opas que no sabemos producir" y sostuvo que "hablan de bajar costos, la verdad es impactante, cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad". "Los datos oficiales muestran que los bienes de consumo importados subieron 11% en relación con 2015 mientras que el consumo local cayó 8%, los impuestos que se recaudan relacionados con el mercado interno caen 10% mientras que los relacionados con las importaciones suben 15%", indicó.
Alertó también que "se están importando zanahorias, cebollas, cerdos, pollos y hasta dulce de leche" y consideró que "ésta no puede ser una Argentina sólo para 20 millones de argentinos sino que queremos una Argentina para los 42 millones".