El presidente Alberto Fernández encabezó este jueves un acto en conmemoración del Bombardeo a Plaza de Mayo, al cumplirse 67 años de ese evento trágico que dejó más de 350 muertos y más de 1200 heridos, marcando el inicio del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón e instauró una dictadura cívico militar autodenominada "Revolución Libertadora".
"Prometo hacerlo", señaló el mandatario, y evocó los bombardeos de Plaza de Mayo de 1955 como "un hecho tremendo producto de la brutalidad y la indecencia de quienes fueron golpistas que invocándolo a Cristo mataron a muchos inocentes".
"Se reclama no olvidar un hecho tan tremendo como el que se vivió. Todavía el ministerio de Economía tiene balazos de aquella época", subrayó.
En tanto, Fernández pidió dejar de lado "el negacionismo" sobre hechos que marcaron negativamente la historia argentina, y definió esa actitud como "imperdonable en los tiempos que vivimos porque tenemos que mantener viva la memoria".
"Es una fecha importante en el calendario argentino, es un día luctuoso para toda la Argentina, es un día en el que unos inmorales bombardearon la Plaza de Mayo con el propósito de terminar con un gobierno y se llevaron puesta la vida de cientos de civiles. Es una enorme inmoralidad y enorme indecencia", indicó.
A su entender, en esos bombardeos de junio de 1955 a Plaza de Mayo "empezó la violencia política expresada por el Estado, porque fueron las Fuerzas Armadas las que bombardearon la Plaza".
"Tenemos que recordar todos los días que nuestras Fuerzas Armadas han sido creadas para protegernos y no para matarnos ni para hacernos desaparecer como en otros tiempos", dijo al hacer referencia a las dictaduras militares.