El presidente Alberto Fernández ratificó su intención de reformar el régimen especial de jubilación del Poder Judicial y subrayó que no es "una guerra santa" contra los jueces, pero se quejó de que los magistrados lo "amenacen" diciendo que van a declarar inconstitucional la norma.
"La Constitución dice que el Estado debe garantizarle la intangibilidad de los ingresos a los jueces, que hoy en día fijan sus propios sueldos y se fijaron sueldos interesantes. Pero la intangibilidad tiene que ver con los jueces que imparten justicia, que están en funciones", sostuvo el mandatario.
En diálogo con AM 750, el jefe de Estado afirmó que "lo único" que plantea el Poder Ejecutivo con el proyecto enviado al Congreso es que las jubilaciones de los miembros de la Justicia "sigan la lógica de todo el mundo".
"El 82 por ciento móvil que cobran lo hacen sobre el bruto, por lo que en verdad cobran el 92 por ciento. No tengo un problema con los jueces, lo único que quiero es poner un poco de igualdad en el sistema que no es igualitario. No estamos planteando una guerra santa contra los jueces", remarcó.
Asimismo, rechazó las críticas y advertencias que hicieron distintos miembros del Poder Judicial, anticipando que si la iniciativa se convierte en ley, van a declararla inconstitucional.
"No me parece feliz que los jueces me amenacen diciendo 'ya le aviso que si me tocan la jubilación, yo lo voy a declarar inconstitucional'", concluyó Alberto Fernández.
Por su parte, el canciller Felipe Solá consideró que el proyecto oficial que modifica las jubilaciones de privilegio "no alterará demasiado la situación" de los diplomáticos, que cuestionaron los nuevos parámetros de movilidad jubilatoria del sector.
"Se ha creado un regimen que no creo que altere demasiado la situación que tienen en este momento (los miembros del servicio exterior); si se lo lee bien va a ser muy parecido y puede ser mejor que el actual; se baja de 85 a 82 puntos y se aumenta el aporte de 11 a 18 puntos", graficó Solá.
El canciller hizo estas declaraciones luego de encabezar un acto en el Palacio San Martín, donde se celebró los 116 años de la presencia argentina en la Antártida.
"La caja (previsional) es deficitaria y las jubilaciones que resultan de los salarios, sobre todo a nivel embajador, son muy muy elevadas en comparación con los niveles medios de las jubilaciones argentinas", reflexionó Solá, aunque aclaró que para él, las de los diplomáticos, "no son jubilaciones de privilegio" debido a las condiciones especiales de la función.
Contó que en los últimos días se reunió con dirigentes de ATE y de UPCN, con quienes analizó el hecho de que los administrativos del área tienen "salarios muchísimos más bajos" que los de un diplomático.
Recomendó que ese sector que cumple funciones en el Ministerio de Relaciones Exteriores lleve sus propuestas y objeciones a las comisiones del Congreso Nacional que analizarán la propuesta oficial.
El sindicato que agrupa a los diplomáticos advirtió hoy que el proyecto de ley del Poder Ejecutivo para modificar las jubilaciones de privilegio "afecta sustancialmente al régimen específico" del Servicio Exterior de la Nación y a "sus potenciales beneficiarios" y aclaró que "no son privilegiados, sino trabajadores sometidos a condiciones laborales atípicas".
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