Sindicatos y organizaciones sociales marcharon por el centro porteño para rechazar la visita de la delegación del FMI: aunque no contaron con el aval del Ejecutivo sí participaron de la movida gremios de buen diálogo con el gobierno y entidades que cuentan entre sus filas con actuales funcionarios de Desarrollo Social. Por la tarde, varios jefes sindicales dijeron presente en el Congreso durante la exposiciòn que dio el ministro de Economìa, Martìn Gùzman, sobre la marcha de las negociaciones por la deuda externa.
Esta semana desfilaron por Casa Rosada varios gremialistas: ayer fue el turno del camionero Hugo Moyano y hoy el presidente Alberto Fernández almorzarÓ con una nutrida delegación de la CGT para explicarles el plan económico y el objetivo de desindexar la economía con vistas al reinicio de las paritarias o la aplicación de las cláusulas de revisión en algunas actividades.
Lo cierto es que ayer columnas de manifestantes cortaron calles y avenidas del centro porteño para repudiar a los emisarios del organismo crediticio: integrantes de la CCC y Barrios de Pie encabezaron la protesta a la que se sumó la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), ambas conducidas por Juan Carlos Schmid.
Los manifestantes, junto a grupos de izquierda que realizaron ollas populares bajo la consigna "íFuera el FMI, la deuda es con el pueblo!", marcharon al Congreso donde unas horas mÓs tarde disertó Guzmán.
"El Fondo puede cambiar sus funcionarios, pero nunca cambia su naturaleza. Los préstamos y programas que lleva adelante siempre han sido una herramienta de dominación y de subordinación de los intereses nacionales. La única garantía es por eso el protagonismo del pueblo, para que la dirección del programa económico no recaiga una vez más sobre las espaldas de nuestro pueblo", señaló, a su turno, Schmid al tiempo que consignó que "estamos dando una muestra de coherencia, al insistir en nuestro rechazo al FMI, como lo hemos hecho la última vez que Christine Lagarde pisó nuestro país, por eso sostenemos que la deuda no es con el fondo, sino con el pueblo".
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La movilización también contó con el apoyo de grupos afines al kirchnerismo. "El gobierno necesita contención en esta dura negociación. Por eso hemos visto sindicalistas como Moyano o empresarios como Cristiano Ratazzi en el Congreso", analizó una fuente gremial consultada.
Es que por por la tarde se hicieron ver en los palcos de la Cámara de Diputados, en momentos en que Guzmán daba sus explicaciones en su ya clásico tono pausado, el binomio cegegista Héctor Daer y Carlos Acuña junto a Andrés Rodríguez (UPCN, que el lunes visitó Balcarce 50) y José Luis Lingieri (Obras Sanitarias).
En otro palco apareció Moyano -que poco antes del mediodía de ayer había visitado a Fernández en el despacho presidencial- junto a otros sindicalistas, en un claro gesto de la persistente fractura del movimiento obrero.
La visita de Moyano -que en privado sigue oficiando de lobbysta por la situaciòn judicial de la postal OCA, de la que clama por su continuidad- sirvió para que escuchara el discurso oficial sobre la necesidad de desindexar la economìa para poder bajar sustancialmente la inflación.
Hace una semanas la Federación de Camioneros obtuvo un aumento salarial para este primer semestre por 26,5% a ser recibido este mes y el otro incremento en abril, lo que significa una acumulado del 49,5% muy por encima de la expectativa oficial de alcanzar una inflación para este año cercana al 35% anual.
Es que el Ejecutivo no sólo necesita un espaldarazo sindical para la dura negociación de la deuda externa. Por eso, admiten en Balcarce 50, será clave el almuerzo de hoy del presidente con los líderes sindicales para aunar criterios.
Ya no se habla de pacto social sino de negociaciones sectoriales. En los hechos aún no fue girado al Parlamento el proyecto para constituir el Consejo Económico-Social que tendría a su cargo las negociaciones para definir algo más que precios y salarios y darle, de esta forma, certidumbre a la economía argentina.