Costa Salguero funciona como un refugio para Cambiemos. Como un amuleto: lo elige cada vez que debe esperar los resultados de una elección, y es el hogar donde recibe a sus simpatizantes cuando cierran los comicios. Aquí, en noviembre del 2015, vibraron cuando Mauricio Macri ganó el balotaje y se convirtió en el presidente de la Nación. En las PASO 2017, también se encontraron en el complejo que queda sobre Costanera Norte. Pero esta vez, a diferencia de aquella noche de éxtasis, el despliegue fue más medido.
En 2015, Cambiemos alquiló los pabellones 2 y 3 de Costa Salguero. La idea era clara: tener un lugar amplio para que los allegados a los candidatos pudieran acercarse, y recibir a un número voluminoso de periodistas. Para las PASO, optaron por utilizar un pabellón solo. Hoy, el lugar es más chico. Y eso se traduce en dos cosas: la prensa trabaja más incómoda, y el número de seguidores que entran en el acto es más reducido. Esta noche es para pocos. Sin embargo, un funcionario de Cambiemos aclara que el despliegue menor no es porque tengan menos expectativas, sino porque “son unas PASO legislativas, no es lo mismo que una presidencial”.
Los históricos globos amarillos que tanta fama tomaron durante las campañas de Mauricio Macri no están. Hay globos, pero son celestes y blancos: predomina el concepto Argentina, y no la bandera partidaria. El hecho de que Cambiemos sea Gobierno les permitió apropiarse de los colores patrios. Los globos que no son celestes y blancos son de otros colores: los amarillos no están.
Los periodistas, esta noche, no cuentan con un baño clásico: deben ir a los baños químicos.
En las últimas PASO, cuando Mauricio Macri cosechó una derrota frente a Daniel Scioli, el clima no tenía correlación con lo que ocurre en este sufragio. En esa oportunidad, los simpatizantes estaban apagados. Sabían que lo que vendría sería difícil: una carrera cuesta arriba contra el oficialismo, que finalmente ganaron. Ahora, en cambio, el ambiente es otro: el público intuye que a nivel nacional los resultados serán positivos. Y lo viven de otra manera.
El mismo DJ que manejó la lista durante toda la campaña presidencial de Macri está a cargo de la música de Costa Salguero. La elección es idéntica: música tropical, con un abanico que viaja desde Tan Biónica hasta Gilda y Ricky Martin. Alegría, por sobre todas las cosas.
Una mezcla exacta entre dulces y salados: medialunas con jamón y queso, alfajores, sandwiches, todo en dosis abundantes. Todo en circulación permanente. En calidad y en cantidad, Cambiemos volvió a responder.
Al ser Gobierno, Cambiemos provoca una atracción enorme en la prensa, que también se hizo presente: más de 300 acreditados –entre televisión, radio y gráfica- vinieron a trabajar al búnker. En 2015, ante la amenaza de un batacazo, la cantidad de periodistas también fue altísima.
comentar