¿Cristina Kirchner imaginaba que podía ser víctima de un atentado? La vicepresidenta de la Nación estuvo anoche frente a un agresor que le apuntó con una pistola y pudo haberle quitado la vida, pero ella misma dijo en una entrevista hace seis años la siguiente frase que hoy cobra otra relevancia: "No tengo comprada la vida".
Fue en octubre de 2017 en un mano a mano en "La peña de Morfi" (Telefe), el programa ideado y conducido por el ya fallecido Gerardo Rozín. El periodista rosarino, con vasta experiencia a la hora de entrevistar, le consultó a Cristina a modo de cierre cómo se imaginaba en cinco años. Cabe recordar que por entonces hacía dos años que ya había dejado la presidencia y siete que había enviudado de Néstor Kirchner.
Su respuesta demoró en llegar, se tomó unos segundos para responder y luego de una sonrisa inicial no pudo evitar que le brotaran las lágrimas.
"No sé. Vos sabés que desde que pasó lo de Néstor, dejé de imaginarme el futuro", dijo y frunció la nariz. "Yo creía que... que iba a envejecer con él y mirá...", añadió visiblemente emocionada y haciendo un ademán en señal de que eso no pudo ser posible.
Acto seguido hizo un gesto de no poder seguir hablando, destapó una botella de agua para servirla en una copa y añadió con voz entrecortada: "Así que no sé, no sé... No sé qué pasa dentro de cinco años, si está el mundo, si se acabó el mundo, qué se yo... Tanto loco suelto, ¿no?"
Cristina miró a Rozín, tomó su copa para beber agua y volvió a repetir: "No sé, no tengo comprada la vida, aprendí eso".
Anoche, en la puerta de su domicilio en Juncal y Uruguay en el barrio porteño de la Recoleta esta suerte de premonición pudo haberse hecho realidad.