Tras el traspié en el intento de expulsión de Julio De Vido de la Cámara de Diputados, el gobierno apuntó sus cañones a la contienda electoral y advirtió que será entonces “cuando la gente definirá si quiere volver al país de la impunidad o avanzar en una verdadera República”.
“Lo que va primar es la soberanía del voto popular el 13 de agosto y el 22 de octubre cuando la gente sea la que defina si quiere volver al país de la impunidad o avanzar en una verdadera República. Eso es lo importante, independientemente de lo que digan o no los políticos”, señaló el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, en diálogo con radio La Red.
En la misma sintonía, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, resaltó que “el poder ahora está en manos del votante” para que decidan “quienes quieren que los representen y con qué valores”.
Optimista, Frigerio sostuvo que la sesión del miércoles “impulsa más esa decisión de la mayoría de los argentinos para no volver al país de la impunidad”, y aclaró que en la votación final, si bien no se alcanzaron los dos tercios de los votos para eyectar a De Vido de su banca, fueron más los legisladores que se manifestaron a favor de ese cometido que en contra (138 contra 95).
Para el funcionario de Cambiemos, “ganó la postura en contra de De Vido”, al tiempo que tildó a quienes votaron por la permanencia del ex ministro de Planificación como “los diputados del pasado, de lo que era la Argentina antes”.
Por su parte, Peña también enfatizó que luego de la malograda cruzada contra De Vido por la cantidad de causas judiciales que acumula, ahora “el poder ahora está en manos del votante”.
“Más allá de la indignación que generan por los patrimonios de algunos ex funcionarios, los yates y todo lo que hemos visto por la obscenidad de la corrupción, el poder ahora está en manos del votante”, señaló Peña en declaraciones radiales.
De lleno en la campaña para las próximas elecciones legislativas, el referente del gobierno agregó que serán los ciudadanos quienes “decidirán quiénes quieren que los representen y con qué valores”.
La mano derecha del presidente Mauricio Macri rescató además de la fallida sesión del miércoles para apartar a De Vido de su banca que el Congreso haya podido debatir “la cuestión de la corrupción por primera vez en mucho tiempo”.
“Hay que seguir trabajando para que el Poder Judicial se haga cargo de lo que le toca también en su responsabilidad”, indicó en alusión a los ex funcionarios kirchneristas.
Finalmente, el jefe de Gabinete también reconoció que puede haber votantes “que pese a las acusaciones de la corrupción, tenga un vínculo” con la ex presidenta Cristina Kirchner, actual candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, pero aclaró que “es una expresión absolutamente minoritaria”.
“La gran mayoría acompaña esta esperanza de cambio que lidera (la gobernadora) María Eugenia Vidal”, aseguró el funcionario.
En tanto, el diputado oficialista Pablo Tonelli se manifestó “decepcionado” por no haberse alcanzado el número para echar a De Vido por “indignidad moral” y remarcó: “Evidentemente hay lealtades y hechos del pasado que han jugado un rol en la votación. Todavía subsisten lealtades difíciles de quebrar”, analizó en diálogo con radio Splendid.
Sin embargo, la diputada K Nilda Garré aseguró que la ex presidenta no “dio ninguna orden” para votar a favor de De Vido y aclaró que no está “dispuesta” a “cubrir, apañar, o ayudar a zafar de las consecuencias de sus actos a una persona corrupta”.
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