El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró este jueves que mantiene conversaciones "positivas y constructivas” con la Argentina en la readecuación del programa vigente, pero al mismo tiempo continuó eludiendo definiciones sobre los aspectos clave de la negociación.
La vocera del organismo, Julie Kozack, repitió la posición del organismo en la habitual rueda de prensa que cada 15 días ofrece a la prensa internacional y evitó ofrecer precisiones ante las consultas puntuales de los medios nacionales.
"Hemos estado trabajando estrechamente con las autoridades argentinas en el contexto del programa, para abordar una situación muy desafiante y compleja”, indicó la portavoz. Añadió que “hemos estado trabajando estrechamente en el contexto de una situación económica desafiante, que se exacerbó por la sequía histórica que Argentina está enfrentando”.
La prensa argentina la había consultado sobre la posibilidad del adelanto de desembolsos y la readecuación de las metas, interrogantes que no fueron respondidos por Kozack.
La vocera sólo agregó que “la quinta revisión toma en cuenta el impacto de la sequía y busca fortalecer el programa". Al respecto hace pocas horas un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario recortó nuevamente las proyecciones de cosecha de soja a 21,5 millones de toneladas sobre las 23 millones previas.
Kozack se limitó a decir que los resultados se conocerán en los próximos días. Mayo juega a favor de la extensión de las deliberaciones dado que no contempla nuevos pagos al organismo, los que se reanudarán en junio.
Argentina solicita que el FMI adelante desembolsos previstos para el segundo semestre en un monto de US$ 10.000 millones. Los agentes económicos aguardan con expectativa cómo continuará el programa con el FMI y que posición adopta el organismo ya que de aceptar el pedido del gobierno argentino deberá explicarse cómo se compensará ese faltante en los meses posteriores.
El actual programa está diseñado de tal forma el que organismo realiza desembolsos para el pago de los vencimientos del préstamo original otorgado a Mauricio Macri. De allí que si se adelantan los giros quedará definir como se harán frente a las próximas obligaciones.
Por otra parte, afirmó que el FMI desalienta, tal como está expresado en el acuerdo que firmó el Gobierno en 2022, el uso de criptomonedas como divisas de uso legal de un país al considerar que no tienen el suficiente respaldo.
El país espera recibir a fin de junio no solo un giro de USD 4.000 millones -de los cuales debe devolver de inmediato USD 2.700 millones tras la eventual bendición del directorio a las nuevas metas que se acuerden, sino también parte de los USD 10.000 millones correspondientes al período julio-diciembre.
Esta semana el ministro Sergio Massa declaró sobre un posible nuevo acuerdo: “Tenemos una operación con el FMI con sus desembolsos y reembolsos por pagos. El Fondo plantea que la sequía es un game-changer y, dentro del mismo programa y con su estatuto, buscamos repensar los objetivos de corto, mediano y largo plazo. Todo está sobre la mesa”.
Además, en el evento de Amcham anticipó que antes de tener un nuevo esquema cerrado con el organismo buscará completar la negociación que involucra operaciones de comercio exterior con otras monedas, como la del pago de importaciones con yuanes chinos o el financiamiento de importaciones desde Brasil.