Así lo dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El expresidente boliviano está acusado de convivir con cuatro adolescentes cuando era refugiado político en la Argentina.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reveló en las últimas horas que el gobierno de Javier Milei le dio curso a una denuncia contra el expresidente boliviano Evo Morales por presunta “comisión de delitos de trata de personas y abuso sexual” durante su asilo político en la Argentina.
"Morales, denunciado. El delito en suelo argentino se paga”, publicó Bullrich en su cuenta de X. ”A la causa por abuso de menores que ya tiene abierta en Bolivia se suma algo aún más aberrante: al socialista expresidente boliviano se lo acusa de haber convivido con cuatro adolescentes durante el asilo político que le brindó el kirchnerismo”, señaló.
"El peor de los delitos, en nuestro suelo. Por eso, hace 15 días presentamos una denuncia por presunta comisión de delitos de trata de personas y abuso sexual", remarcó.
La presentación judicial contra Morales a la que hizo referencia Bullrich se suma a otra realizada días atrás por la Fundación Apolo, una entidad privada sin fines de lucro que dirige el legislador porteño Yamil Santoro. En ese caso, el exjefe de Estado boliviano fue acusado de los mismos delitos a los que aludió la titular de la cartera de Seguridad.
Las denuncias acusan a Morales de convivir con menores durante su estadía en la Argentina, entre 2019 y 2020. Las víctimas habrían sido trasladadas desde Bolivia para realizar labores domésticas en su casa. En uno de los testimonios adjuntados, se menciona que una exdirigente y allegada de Morales, Angélica Ponce, observó a un grupo de menores cumpliendo roles que describió como “serviles” en la residencia pagada por el gobierno de Alberto Fernández.
Ponce comentó también que Morales recibía “niñas como obsequios” de quienes deseaban obtener favores gubernamentales. En ese sentido, recordó cómo el expresidente llegaba a decir abiertamente que “todos los que querían tener obras le regalaban una niña”, y añadió que ya no era momento de callar: “Nadie puede callar más, Dios nos va a ver".
“La justicia boliviana debe demostrar su compromiso con las víctimas”, consideró la exdirigente, y reveló que fue testigo de que Morales compartía la residencia con tres menores de edad y Noemí M., una joven que fue foco de investigaciones previas, luego de que la policía obtuviera fotografías y mensajes de texto que comprometían al exmandatario.
Vinculado con este tema, la Fiscalía boliviana tiene otra causa abierta contra Morales por un caso abuso sexual y trata de una menor de 15 años de la ciudad de Yacuiba-Tarija, que afirma haber sido víctima del exmandatario. Esta menor, según las investigaciones, habría viajado frecuentemente a México y a la Argentina para acompañar a Morales con el consentimiento de sus padres.
La Fiscalía presentó una querella el 26 de septiembre, acusándolo de estupro agravado y trata de personas. Debido a esta causa abierta, los seguidores del dirigente lo blindaron en su región del Chapare, cortando las rutas de acceso para evitar una posible orden de captura, en una tensa situación que viene implicando además choques con la policía y tomas de cuarteles militares.
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