A 9 años de la muerte del fiscal de la causa AMIA, la Oficina del Presidente destacó en las redes su labor como "un incansable defensor de la justicia".
El gobierno de Javier Milei conmemoró al fallecido fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, al cumplirse nueve años de su muerte, y sostuvo que su deceso se trató de un "homicidio".
En un comunicado de la Oficina del Presidente, se recordó a Nisman como "un incansable defensor de la justicia" y se destacó su "compromiso por esclarecer la causa AMIA".
"A nueve años de su homicidio, la oficina del Presidente conmemora el legado del fiscal Alberto Nisman, un incansable defensor de la justicia cuyo compromiso por esclarecer la causa AMIA e impartir justicia para las víctimas y familiares del atentado continúa siendo un ejemplo para todos los argentinos", sostuvo el texto difundido por la gestión de Milei.
Dentro del actual gobierno hay opiniones dispares sobre los que sucedió el 18 deenero de 2015 cuando el fiscal federal fue hallado muerto dentro del baño de su departamento en las Torres Le Parc en el barrio porteño de Puerto Madero, después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por supuestoencubrimiento a Irán por el atentado a la AMIA.
El propio Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, consideran que se trató de un homicidio, pero el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, sostuvo en 2017 que fue un suicidio aunque desde que es funcionario no se pronunció sobre el tema.
La gestión de Cristina Kirchner abonó fuertemente a la teoría del suicidio del fiscal, mientras que su sucesor, Mauricio Macri, sostuvo durante su administración, en 2017, que "a Nisman lo mataron".
Por su parte, Alberto Fernández retomó la hipótesis del suicidio de Nisman, aunque años antes de asumir la Presidencia, cuando exhibía un perfil crítico hacia Cristina Kirchner, se mostraba cercano a la teoría del asesinato.
Incluso fue citado como testigo en la Justicia antes de asumir como presidente en 2019 para aclarar sus dichos.
La investigación por la muerte que marcó un antes y un después en la Argentina sigue hoy, a nueve años, lejos de arrojar luz sobre lo que realmente sucedió ese 18 de enero de 2015 dentro del departamento del fiscal federal Alberto Nisman.
Si bien para la Justicia se trató de un asesinato, no se pudo determinar quién o quiénes lo perpetraron.
Solo se sabe que Nisman murió por un disparo en la cabeza y que el técnico informático Diego Lagomarsino le entregó el arma.
Cinco años y medio atrás, la Gendarmería Nacional -que dependía por entonces de la ministra de Seguridad de Mauricio Macri, Patricia Bulrich- dictaminó que Nisman había sido asesinado.
Desde entonces, para el juez Julián Ercolini y el fiscal Edudardo Taiano, hay identificado un solo responsable: Lagomarsino, un empleado de la UFI AMIA, quien le proveyó el arma de la que salió el tiro mortal.
El técnico informático que podría haber sido el último que lo vio con vida es considerado partícipe necesario del supuesto homicidio ocurrido nueve años atrás. Por el momento no fue condenado ni estuvo preso.
En los últimos meses la novedad tiene que ver con la orientación de la causa hacia el mundo del espionaje que rodeó ese 18 de enero a la muerte del fiscal, quien falleció días después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por supuesto encubrimiento de Irán por el atentado a la AMIA.
El final de Nisman se conoció horas antes de que el fiscal tuviera prevista una reunión con diputados en el Congreso para dar detalles de su denuncia, que se basada en la firma del memorándum de entendimiento con Irán de parte del gobierno de ese entones.
La pista de los espías que actuaban por fuera de la estructura de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) es el foco por estas horas de la causa que impulsa Taiano.
El fiscal solicitó informes a la ex Side sobre quiénes reportaban de manera inorgánica en ese momento, pero todavía no obtuvo respuesta.
Entre las hipótesis está que Lagomarsino pudo haber sido parte de ese grupo.
Además, en los últimos tiempos se sumó la aparición pública de Ariel Zanchetta, un ex policía que fue detenido por espiar a jueces y otros dirigentes.
La relación con el caso Nisman se basa en que le fue secuestrada una computadora en la que había información del fiscal y la versión que se abona es que era espiado antes de su muerte.
Para desovillar esa hipótesis la Justicia deberá recibir la colaboración de la inteligencia, hoy a cargo de Silvestre Sívori.