Tras la crisis cambiaria desatada ayer con un dólar que tocó los 42 pesos y en medio de una gran incertidumbre y rumores de cambios en el gabinete de Mauricio Macri, el país enfrenta hoy un viernes difícil a la espera de la apertura de los mercados.
Ante este panorama el ministro de Hacienda prepara una serie de medidas para aplacar la grave crisis que amenaza desatar una espiral inflacionaria enmarcada en una recesión tras la caída del 6,7% de la economía registrada en junio pasado en relación a igual mes de 2017.
Dujovne anunció ayer que viajará el lunes a Washington para renegociar con el FMI los aspectos del adelanto del préstamo que el organismo otorgó en mayo por 50.000 millones de dólares. Ese adelanto, por unos 29.000 millones de dólares, buscará tranquilizar a los mercados alejando el peligro de un nuevo default en el país austral, como ya sucedió en 2001.
"Vamos a poder superar esta situación. Es importante llevar tranquilidad. Sabemos que los movimientos de moneda llevan angustias. El techo del dólar lo va a poner el mercado", aseguró Dujovne el jueves por la noche.
"El tipo de cambio tiene que ser otro para equilibrar las cuentas externas, pero este tipo de cambio exagera las necesidades. Bajar la volatilidad es un proceso lento, pero el (Banco) Central hizo movimiento", al elevar a 60% la tasa de referencia bancaria, la más alta del mundo, sostuvo.
La tasa pasó de 45 a 60% el jueves, pero esa medida no logró aplacar la corrida cambiaria. Ayer el dólar llegó a cotizar a 42 pesos y la corrida cambiaria amenaza con desatar una espiral inflacionaria. Hasta antes de esta corrida el índice esperado era del 30% anual, muy lejos del 17% proyectado por el gobierno para este año.
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