La Confederación General del Trabajo (CGT) concretó este martes, con el respaldo de las tres Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), su cuarto paro general contra el Gobierno de Mauricio Macri, que registró un alto acatamiento en el transporte público de pasajeros y distintos sectores, como fábricas y escuelas, pero con dispar adhesión en locales comerciales.
En la Ciudad de Buenos Aires y grandes ciudades del Interior del país la medida de fuerza se sintió más que en las pequeñas localidades, en especial por la paralización total de los servicios de colectivos, trenes y el subte que imposibilitó, o al menos complicó, la posibilidad de llegar a los lugares de trabajo o cumplir con otras tareas habituales.
Además del transporte público, el paro tuvo total adhesión en fábricas, dependencias públicas, bancos, escuelas y universidades, transporte de mercaderías, recolección de basura, provisión de combustibles y transporte aéreo.
En cambio, impactó en menor medida en la actividad de los comercios, ya que en la Ciudad de Buenos Aires y en las principales ciudades la mayoría de los negocios gastronómicos (cafeterías, bares, restaurantes) levantaron sus persianas, mientras que se vieron también muchos locales abiertos de rubros como indumentaria, bijouterie, ferreterías, supermercados, perfumerías y verdulerías.
En la Capital, si bien no se registró un tránsito vehicular de un día habitual, tampoco se observaron calles desérticas, ya que circuló una gran cantidad de autos particulares, como también de servicios como taxis, remises, Cabify y Uber.
En una jornada que encontró al Presidente en Estados Unidos y que registró además el "bombazo" de la renuncia de Luis Caputo al Banco Central, el triunvirato de la CGT que integran Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, brindó una conferencia de prensa a las 14:30 en la sede de Azopardo.
Allí destacaron el "alto acatamiento" al paro general y advirtieron que "si no hay plan B" respecto del modelo económico "tampoco va a haber tregua con el movimiento sindical argentino".
En medio de la división que atraviesa la CGT, los sectores más "combativos" de la CGT dieron su propia rueda de prensa horas antes en la sede Camioneros, donde Hugo y Pablo Moyano, junto a dirigentes aliados, hicieron un "balance altamente positivo" del paro y apuntaron contra Macri por mostrarse "bailando" en Estados Unidos mientras "el pueblo está protestando por hambre".
Por su parte, el presidente Mauricio Macri desde Nueva York, donde habló ante la Asamblea de la ONU, sostuvo que el paro de la CGT y las CTA "no contribuye en nada" y felicitó a quienes fueron a trabajar igual "contra viento y marea".
Integrantes del Gabinete también salieron a rechazar la medida de fuerza sindical, entre ellos el secretario de Trabajo, Jorge Triaca, quien reclamó a los gremialistas "dejar de lado la política electoral".