A través de la palabra de la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, el Gobierno ratificó este lunes que el plan económico que se estaba llevando adelante sigue su rumbo, "lo que nos permite seguir avanzando en lo que nos habíamos comprometido", a pesar de la salida del ministro Martín Guzmán y la llegada de Silvina Batakis.
"No va a haber ninguna modificación, el rumbo económico está completamente garantizado, y las metas del primer trimestre se cumplieron absolutamente", afirmó Cerruti en declaraciones a la radio online FutuRöck.
La vocera elogió además tanto la tarea del ministro de Economía saliente como el perfil de su reemplazante, Silvina Batakis, a quien definió como "una gran economista", una "gran compañera de trabajo", "que hizo una enorme gestión en la provincia de Buenos Aires" cuando se desempeñó en ese distrito como ministra.
Por otro lado, Cerruti aseguró que Batakis es "muy valiente y muy corajuda", y consideró que hacía falta una mujer para agarrar esta "brasa caliente". También sostuvo que la funcionaria es muy sensible, muy sensata, muy feminista y muy defensora de las cuestiones ambientales.
En otro tramo de la entrevista, consultada por la continuidad de la línea económica, Cerruti fue taxativa: "El plan económico que se estaba llevando adelante sigue su rumbo y está garantizado".
Lo mismo dijo en relación al acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de la deuda por más de u$s44.000 millones de dólares contraída durante la última etapa de la gestión de Mauricio Macri.
Además, reveló que la designación de Silvina Batakis surgió a partir de una recomendación de Miguel Pesce, titular del Banco Central.
Cerruti defendió la gestión que llevó adelante Guzmán al frente del Palacio de Hacienda al argumentar que el plan económico que estaba llevando adelante nos está permitiendo crecer a tasas increíbles, que crezcan el empleo y llegar a acuerdos en los temas de la deuda muy beneficiosos para el país.
Sin embargo, consideró que esa gestión también implicó un desgaste personal, y sostuvo que, aunque el presidente Alberto Fernández no quería que renunciara, entendió los argumentos de Guzmán y le sigue teniendo un gran respeto como economista.