“No, no estaba al tanto. Me enteré como todos por las redes. Me puse a averiguar, y cuando confirmé que eso había ocurrido, después de una charla, él presentó la renuncia y yo se la acepté de inmediato”. La frase pertenece a Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires y tal vez el principal afectado por el escándalo desatado por el viaje que realizó su entonces jefe de Gabinete, Martín Insaurralde a Marbella en compañía de una modelo erótica que subió fotos de todos los lujos de ese periplo.
Ahora, con ocho denuncias judiciales por presunto “enriquecimiento ilícito”, "lavado de dinero" y otros delitos, la figura del intendente de Lomas de Zamora preocupa en Unión por la Patria, en especial por el impacto electoral que muchos temen que tenga.
La más clara señal de la preocupación que reina en la coalición gobernante se puede palpar en la calle: se dio orden de bajar todos los carteles que había en la vía pública y en los que se podía ver la cara de Martín Insaurralde, hoy ex jefe de Gabinete bonaerense, ex candidato a concejal de Lomas de Zamora e intendente en uso de licencia de ese mismo partido.
“Tiene que renunciar a la candidatura a concejal también”, dijo Sergio Massa apenas salió del primer debate presidencial que se realizó este domingo en Santiago del Estero. Dicen que la furia del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria hizo tronar los vidrios de la Casa Rosada y del Ministerio de Economía. El mismo nivel de furia se sintió también en el Instituto Patria y en el Senado, los ámbitos donde se mueve la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El temor es que cuánto pesará en el electorado la pésima imagen que da que un hombre del peronismo bonaerense y principal interlocutor de buena parte de los intendentes del conurbano, se paseara pro las playas de Marbella en un yate cuyo alquiler cuesta 11.000 euros por día.
Y encima lo hiciera acompañado por una modelo erótica que no hizo más que exhibir las carteras de marca, el reloj y la pulsera de oro que su “novio” le habría regalado. Todo esto en una Argentina con un 40% de pobres, más del 120% de inflación y un proceso electoral en marcha.
Apenas se conocieron, a través de las rede sociales, las publicaciones de Sofía Clérici -la modelo y dueña de un comercio de lencería que acompañó a Insaurralde por Europa-, se encendieron todas las alarmas en el ecosistema oficialista. En seguida vino el pedido de renuncia (que no fue reconocido como tal, pero ocurrió). Y, tras su salida del gobierno bonaerense, llegaron las denuncias judiciales.
La primera y más sugestiva denuncia la hizo el abogado Gastón Marano, quien defiende a uno de los detenidos por el atentado contra Cristina Kirchner. La denuncia llegó el sábado al juzgado federal de Lomas de Zamora de Federico Villena, poco antes de que terminara el turno del magistrado, quien está subrogando el juzgado federal 2 de Lomas de Zamora.
Ante esta denuncia, el fiscal federal de Lomas de Zamora, Sergio Mola imputó a Insaurralde y a Sofía Clérici por el presunto delito de lavado de dinero. Pero planteó la recusación del juez Federico Villena porque existe una amistad íntima entre Villena e Insaurralde, y también porque la primera mujer del ex jefe de Gabinete de Kicillof, Liana Toledo, es prosecretaria en ese juzgado.
Mola es el fiscal que cobró notoriedad pública tras conseguir la condena a seis años de cárcel contra Cristina Kirchner cuando acompañó en su tarea a su colega Diego Luciani en el juicio por Vialidad.
En su escrito, el fiscal advirtió que “hay un temor fundado de parcialidad” y señala que es para considerar la rapidez con la que se presentó la denuncia la misma tarde de los hechos, en un fin de semana, horas antes de que Villena deje de estar de turno. Se conoce como “forum shopping”, la maniobra por la cual el denunciante busca elegir al juez que mejor sea acomode a sus intereses.
Esta es la denuncia más avanzada contra Insaurralde dentro de la catarata de presentaciones que se realizaron en los tribunales federales de Comodoro Py 2002, de la ciudad de Buenos Aires, en La Plata y en Lomas de Zamora.
Habrá que ver si todas se unifican y quién es será el juez que lleve adelante toda la investigación, que incluye una denuncia realizada por Ricardo López Murphy antes de este escándalo, impulsada por versiones de que Insaurralde le habría pagado 20 millones de dólares a su reciente ex mujer, Jéssica Cirio, en calidad de división de bienes. El problema es que en la declaración jurada de Insaurralde, no aparece esa cantidad de dinero.
En el entorno de Axel Kicillof aseguran que, si bien la situación no fue agradable para nadie, sí se sintió cierto alivio porque Insaurralde había llegado a su gabinete como una imposición de Cristina Kirchner tras las PASO de 2021, y con el costo de tener que sacar a su amigo y hombre de confianza, Carlos Blanco, de ese cargo.
A modo de revancha -dicen algunos- Kicillof luego de aceptar la renuncia de Insaurralde, impulsó la eliminación de la jefatura de Gabinete de ministros de la provincia. Tal vez para asegurarse de que ya no vuelvan a imponerle otro nombre en su gabinete.
Si Kicillof consigue ser reelecto no tendrá que soportar que otros le impongan figuras como la de Insaurralde. Pero claro, para eso habrá que ganar la elección del próximo 22 de octubre. Y eso, en buena medida, puede depender de cuánto impacte este escándalo en el ánimo de los votantes.