Finalmente el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, confirmó desde Casa Rosada que será el candidato de Cambiemos a intendente de La Matanza: despejó las dudas que se cernían en torno a su postulación pero, por otro lado, puso de manifestó la interna con el histórico referente del PRO en el distrito, el concejal Miguel Saredi, que resiste a resignar sus chances a gobernar el partido más populoso de la Provincia y vital para los comicios bonaerenses.
Desde su asunción al frente del Palacio Pizzurno, el objetivo de los estrategas oficiales fue utilizar la mayor visibilidad del funcionario -que de hecho había ganado relevancia cuando era director de Educación bonaerense y reñía con el sindicalista Roberto Baradel- como trampolín para participar de la elección en el distrito gobernador por el peronismo desde el retorno democrático de 1983. Por el peso en el padrón electoral, La Matanza resulta vital en los comicios nacionales y distritales.
Lo cierto es que en los últimos meses, producto de la crisis económica y la caída de la imagen presidencial y los devaneos internos que esto produjo en el oficialismo, la candidatura de Finocchiaro había quedado stand by.
De hecho, en el ala política de Cambiemos, tanto a nivel nacional como provincial, no ocultaban que la aspiración de sumar 11 nuevas intendencias surgida tras la victoria en las legislativas de 2017 había quedado atrás: ahora en el oficialismo buscan retener los municipios propios. Con todo, nunca se mencionó entre los municipios ‘ganables’ a La Matanza pero sí contar con candidatos que permitan sumar poco más de 32 puntos, tal como ocurrió en 2017, que contribuyan a mejorar las chances de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, por caso.
Al ser consultado sobre su candidatura tras la reunión de gabinete en Casa de Gobierno, Finocchiaro blanqueó que ‘soy de La Matanza, donde ha transcurrido la mayor parte de mi vida, hace mucho tiempo con mi equipo trabajamos en el distrito y hay un consenso muy fuerte para que sea yo quien represente la voz de los matanceros para que dejen de vivir de la manera indigna en la que viven’. Esta definición despejó dudas sobre quien detenta ‘el caballo del comisario’ en el distrito, según definen calificadas fuentes consultadas, por el supuesto favoritismo de Macri hacia su figura.
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Sin embargo, el virtual lanzamiento del funcionario nuevamente despertó el malestar del histórico representante PRO en el distrito, Miguel Saredi, que minutos después lanzó un comunicado intitulado ‘no es el momento de hablar de candidaturas’.
En diálogo con este diario, el actual vicepresidente segundo de la legislatura matancera se mostró jocoso: ‘Me quieren echar a toda costa... jeje’, pero sacó pecho al asegurar que bajo su liderazgo Cambiemos creció 4,5 puntos entre las dos últimas elecciones en el distrito del suroeste del GBA, que es el dirigente opositor con mayor grado de conocimiento y que mide ‘muy bien’ en las encuestas. Cerca de Finocchiaro sostienen que el concejal ha votado muchas de las ordenanzas que pidió la intendenta Verónica Magario y que hoy se posiciona políticamente cerca de Alternativa Federal.
Es el caso del diputado Hernán Berisso, armador del titular de Educación en La Matanza. ‘Está en el espacio de (Juan Manuel) Urtubey desde fines del año pasado con lo cual es imposible que vayan juntos. No hay ninguna posibilidad que trabaje en nuestro espacio’, indicó a este diario y desmintió que haya estado en duda la candidatura de Finocchiaro. Asimismo, recordó que el funcionario la semana pasada se reunió con los concejales de Cambiemos y que en los próximos días se reunirá con referentes distritales para organizar ‘bajadas’ en el comienzo de la pre-campaña.
En cambio, Saredi remarcó que ‘es una falta de respeto hablar de candidaturas, cuando hay necesidades básicas insatisfechas, tan notorias en nuestra tierra, y estamos pasando un momento económico tan especial. En lo específico, con temas como el de nuestra querida y prestigiosa Universidad de la Matanza, que como tantas otras, luchan desesperadamente por mantener sus presupuestos, con sueldos misérrimos de profesores universitarios, falta de miles de becas PROGRESAR para nuestros jóvenes y con distintos problemas de la educación pública nacional’. En el comunicado tampoco se privó de chicanas hacia su rival interno. ‘Estoy seguro que recapacitara, y seguirá concentrado en sus funciones, o por lo menos renunciara para dejar el cargo a quienes le den a la Educación el verdadero lugar que se merece para nuestros hijos y el futuro de la Nación’, disparó.
Es que en 2017 los ministros candidatos, como Esteban Bullrich justamente antecesor del hoy postulante matancero, tuvieron que renunciar a sus cargos por consejo presidencial. Aún no hay definición sobre lo que sucederá en la campaña 2019. Sí se rumoreó que en caso de una salida de Finocchiaro, Bullrich podría regresar a Pizzurno ‘donde se siente más cómodo’ que ante el papeleo de la cámara alta. Resta saber qué pasará con su compañera de fórmula en 2017, Gladys González, que podría renunciar a su banca en el Senado para candidatearse a la intendencia de Avellaneda.
De ser así, su lugar lo ocuparía el histórico senador suplente PRO y apoderado del partido, el jefe de asesores José Torello, hoy con despacho en el primer piso de Casa Rosada.
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