El Sumo Pontífice cuestionó los programas económicos de ajuste en educación y cultura y aseguró: "Es un suicidio programado de un país. No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo de un país, es criminal".
Francisco calificó de “criminal” y de “suicidio programado” los ajustes en educación y señaló que eso sucede en los países “un poco dictatoriales, ya sea con dictaduras confesadas o dictaduras encubiertas”. A su vez, el Papa convocó a los argentinos a “defenderse de las ideologías y no dejarse engañar”, defendió la doctrina social de la Iglesia y alertó: “Hay posturas ideológicas que terminan engendrando monstruos”.
“El cristianismo no es una ideología, es una vivencia. Es una vivencia que va creciendo por el camino que Dios le da a cada uno. Los jóvenes que van a trabajar solidariamente comparten una vivencia que los va comprometiendo en la vida. Cuando ves jóvenes que pertenecen a estas organizaciones más ideológicas que cristianas son pequeños monstruitos aferrados a la idea”, consideró en diálogo con la periodista Bernarda Llorente para el Canal Orbe 21.
Por otro lado, el religioso que recientemente cumplió 88 años cuestionó los programas económicos de ajuste en educación y cultura y aseguró: "Es un suicidio programado de un país. No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo de un país, es criminal". En este sentido, aseguró que lo “alegra” cuando los jóvenes se oponen a este tipo de medidas. “Se dan cuenta y se oponen, arman lío, reclaman. Porque la educación es un alimento. Es lo mismo que quitarle la comida a la gente. Es la comida del alma, de la mente, del espíritu”, indicó.
“A veces, en los países un poco dictatoriales, ya sea con dictaduras confesadas o dictaduras encubiertas, la educación es una de las víctimas principales. O te la hacen ideológica para cambiar la cabeza, o te la van podando lentamente, en el caso liberal, ¿no?, y solamente los hijos de los ricos pueden tener un acceso educativo superior", añadió.
Y completó: “En nuestra patria la historia de la educación es muy linda y siempre nuestro pueblo tuvo la percepción, el sentimiento, de que la educación es una de las cosas que no se tocan. (...) La universidad también es fundamental, porque el pueblo necesita formar cabeza con una cultura universitaria grande".
En otros pasajes del reportaje, Francisco también abordó temas clave de la actualidad global y destacó que el diálogo es la herramienta indispensable para la paz. Así, criticó la hipocresía de las potencias mundiales que organizan conferencias de paz mientras financian la industria armamentista.
“Me preocupa que los innumerables llamados a la paz de las organizaciones internacionales entren por un oído y salgan por el otro. Hay también una hipocresía de base: hablamos de la paz, pero armamos la guerra. No sé si esto lo dije alguna vez, pero uno de los réditos mayores de las inversiones en Europa son las fábricas de armas. Entonces, armamos conferencias y encuentros de paz, pero seguimos fabricando armas para matar”, planteó.
Luego, alertó: “Veo una tendencia universal a la autodestrucción por la guerra. En una época donde el progreso científico y mecánico es tan grande, y cuando uno ve esa tendencia a la autodestrucción y a destruir al otro, a mí me viene pensar en la Torre de Babel. Si este gran universo que hemos fabricado no terminará siendo una Torre de Babel, ¿no?. Pero son ideas nomas que me vienen".
"El negacionismo siempre es venenoso. Cuando uno niega una realidad, una historia, una situación concreta, se está pateando en contra. Una situación histórica no resuelta a tiempo, es repetitiva de errores anteriores, es una amenaza. El negacionismo es suicida. Solamente la realidad te va a ayudar a encontrar una salida a los conflictos", cerró.
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