Un día después de que Elisa Carrió pasara por la mesa de Mirtha Legrand con críticas a la conducción de Cambiemos, el presidente Mauricio Macri salió a respaldarla resaltando su “honradez” y “calidad moral” en medio de las denuncias en su contra.
La legisladora confirmó en el almuerzo del domingo que no sería candidata en la provincia porque, explicó abiertamente, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el asesor presidencial Jaime Durán Barba no querían que compitiera en ese distrito.
Eso, y el hecho de que no confirmara su postulación para ser diputada nacional por la Ciudad –terreno en el que competiría con Martín Lousteau-, dejaron abierta la posibilidad de no tenerla en ninguna lista de Cambiemos para las elecciones legislativas de octubre. A eso se debería entonces el fuerte espaldarazo de Macri.
¿Por qué no sabe si competirá en la Ciudad? Porque la Justicia reabrió una causa en su contra por presunto enriquecimiento ilícito. En ese sentido, Carrió consideró que la decisión de la Cámara Federal es parte de "una operación" en su contra impulsada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Las repercusiones de la mesa televisiva continuó este lunes, cuando la legisladora porteña Paula Oliveto dijo que el magistrado “es el verdadero poder en la Argentina” y lamentó “la poca solidaridad de los referentes de Cambiemos” ante “operaciones” políticas que perjudican a su jefa.
En cambio, la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, afirmó que no “comparte” las acusaciones de Carrió contra Lorenzetti: “No lo comparto. No tengo en absoluto ningún dato que me diga que el presidente de la Corte tenga semejante situación como para ser acusado en un juicio político. En absoluto”.
Y agregó: “No me parece además que sea compartido por la gran cantidad de los funcionarios públicos y del mundo de la Justicia. Me parece que Lorenzetti ha dado muestras de ser un señor de bien en el ejercicio de sus funciones”.
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