La Cámara de Diputados retomó este jueves el debate en comisión sobre la despenalización del aborto, en cuya segunda jornada expusieron dirigentes políticos, un rabino y dos referentes que plantearon con crudeza la situación de las jóvenes más pobres de la sociedad.
A diferencia de lo que sucedió el martes, en la apertura del tratamiento sobre el proyecto para legalizar la interrupción del embarazo hasta la semana 14, hoy no hubo movilizaciones en las adyacencias del Congreso mientras se realizó el plenario de las comisiones de Legislación General, Salud, Familia, y Legislación Penal, con escasas presencias de diputados.
En la reunión coordinada por el macrista Daniel Lipovetzky los testimonios más destacados a favor de la despenalización del aborto correspondieron a la escritora Claudia Piñeiro, el jurista Roberto Gargarella y la ex legisladora del colectivo LGBT María Rachid.
La referente social de la Villa 31 Lorena Fernández relató que sus padres la hicieron abortar a las 16 años pero que, cuando su marido también quiso que interrumpa el embarazo “yo le dije al médico que no quería matar de nuevo”.
Otra referente social fue Carolina Anahí Mangold, que se refirió al estrés postraumático que sufrió por un aborto inducido y dijo: “El aborto no es la solución y hoy que tengo una hija, cada vez que un chico de 12 o 13 años se junta a jugar con ella yo no dejo de pensar que podría ser su hermano”.
En tanto, la escritora Claudia Piñeiro advirtió que los que están en contra de la despenalización "nos están queriendo robar la palabra vida", al señalar que "cada vez que alguien dice que está en contra porque está con la vida nos excluye a todos. No permitamos que nos roben la palabra vida. Estamos a favor de la vida también".
Vanina Biasi, dirigente del Plenario de Trabajadoras-Partido Obrero, marcó que “el aborto clandestino es un mecanismo de disciplinamiento social, una herramienta política contra las mujeres en general y particularmente contra las mujeres pobres”.
Según la ex legisladora y dirigente del colectivo LGBT María Rachid, "las lesbianas, gays, bisexuales y trans tenemos mucho en común con las mujeres que abortan: nosotros también fuimos y somos delito, somos enfermedad y pecado".
Por su parte, el jurista Roberto Gargarella consideró: "Las normas que regulan el aborto son vetustas y jurídicamente impugnables que el Congreso tiene la obligación de reemplazar", y puso de relieve "el compromiso asumido en la Constitución por la igualdad de oportunidades", al sostener que "la igualdad necesita de otro derecho, otro derecho debe ser posible".
A su turno, Mabel Bianco, médica y presidenta y fundadora de FEIM, aseguró: "Todavía hay grupos que no tienen acceso a la salud sexual”.
Por su parte, distintas figuras públicas del ámbito de la medicina, de las ciencias jurídicas y del Derecho, y de la sociedad civil defendieron su postura contra la legalización del aborto.
Los discursos de los oradores contra la iniciativa de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito fueron agrupados en un segundo bloque de exposiciones por la tarde, luego de que finalizara una primera tanda de intervenciones a favor de dicha propuesta.
La referente del Frente Joven de la Unidad Provida Camila Duro relató la experiencia chilena, país que en 1989 adoptó una legislación restrictiva de ese tipo de prácticas, y pese a eso registró en 20
María del Cármen Martínez Pereda, del Observatorio Internacional de Políticas Públicas y Familia, comparó la práctica del aborto con la "pena de muerte".
En tanto, el ex senador Eduardo Menem dijo: ”La vida comienza con la concepción, con la fecundación, generando así el embrión y ésta es la prueba más concreta y definitiva de que existe la vida. Y no lo digo solo yo, sino la ciencia”.