Un hombre que se identificó como Primer Secretario de la embajada rusa en Buenos Aires habló sobre el conflicto que se generó luego de que dos diplomáticos de ese país se negaran a hacer un control de alcoholemia en Recoleta.
Lo que aparentaba ser una mañana más de Navidad en la que los controles de alcoholemia marcarían la pauta informativa a partir de la cantidad de operativos montados, cerca del mediodía mutó en el principio de un incidente diplomático que involucró a dos ciudadanos rusos que trabajan en la embajada de ese país en Buenos Aires y se atrincheraon en sus respectivos autos cuando personal de Tránsito los detuvo para realizarles el estudio.
Horas después del episodio que fue captado en vivo por las cámaras de los canales que estaban cubriendo los testeos realizados en el barrio porteño de Recoleta, la representación diplomática del país gobernado por Vladimir Putin aseguró que lo ocurrido constituía “una grave violación del derecho internacional”, en lo que se interpretó como un aval al accionar de sus ciudadanos de no aceptar el requerimiento del operativo de control vial.
"Según la convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas, los vehículos diplomáticos no pueden ser objeto de ninguna parada ni registro”, afirmó en la puerta de la sede diplomática situada también en el barrio de Recoleta, un hombre de que se identificó como Alexander y quien dijo que cumple funciones como Primer Secretario de la embajada.
“Consideramos lo ocurrido con nuestro funcionario una grave violación del derecho internacional sobre todo de sus disposiciones sobre inmunidades diplomáticas", añadió de manera escueta ante la prensa.
Minutos antes de las 11 de la mañana de este miércoles, personal de Tránsito del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se encontraba realizando los tradicionales test de alcoholemia en el marco del operativo por Navidad, detuvo sobre la avenida Libertado a un Volkswagen Vento con placa patente diplomática.
El conductor del auto resultó ser un diplomático que presta servicios en la embajada rusa en la Argentina, sitio que se encuentra a pocas cuadras del lugar, sobre en la calle Rodríguez Peña. El hombre se negó a someterse al control para saber si manejaba con alcohol en sangre. Estuvo más de una hora dentro de su auto y finalmente fue escoltado por la policía porteña hasta la sede diplomática, donde continuó sin bajarse del vehículo.
Fuentes de seguridad porteña confirmaron que allí le labraron el acta de infracción 7062 por haberse negado al control de alcoholemia. Y señalaron que la exigencia del control se basa en el artículo 41 de la convención de Viena, que establece el acatamiento de las leyes del país donde habite un diplomático.
Un rato después ocurrió lo mismo sucedió con un segundo hombre, también de nacionalidad rusa, que al igual que el primer implicado también se negó a hacer el test. Hasta el momento, no se informó si las autoridades argentinas solicitarán explicaciones formales al gobierno ruso o si se tomarán medidas adicionales para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.