Con el conflicto docente en su momento más álgido, Mauricio Macri aprovechó su discurso en la apertura de sesiones en el Congreso de la Nación para bajar línea sobre la situación de los maestros. Habló de las agresiones que sufrieron algunos profesores por parte de alumnos o colegas suyos, y contestó al grito de un diputado que le recordaba que a Roberto Baradel, titular de Suteba, también lo amenazaron de muerte.
"No creo que Baradel necesite de nadie quien lo cuide", contestó Macri desde su sillón, en el único momento en el que salió de su estructurado discurso. Automáticamente, mientras sonreía, la mayoría del recinto —ocupado por diputados y senadores del PRO— lo aplaudió. Luego, pidió por una ley que castigue a quienes agredan a los docentes.
A mediados de febrero, cuando se empezó a discutir la cuestión salarial docente, Baradel recibió un email con un mensaje intimidatorio: "Cuando aparezca alguien de tu familia muerto por un hecho de inseguridad, no le va a importar a nadie cuantas denuncias hayas hecho", decía. El representante sindical fue a Tribunales a presentar la demanda, y recibió el llamado de Patricia Bullrich y Federico Salvai, los únicos representantes del Gobierno que se comunicaron con él. Su hija también fue amenazada.
Baradel, a la vez, anunció un paro de dos días: el 6 y 7 de marzo, los días estipulados para el comienzo de clases, los maestros de la provincia de Buenos Aires no se presentarán a las aulas.
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