Organizaciones sociales y gremios de izquierda realizarán piquetes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y en arterias clave del conurbano bonaerense para "garantizar" la efectividad del paro previsto para el próximo martes 9.
Por el contrario, las CGT de Hugo Moyano y de Luis Barrionuevo y la CTA opositora de Pablo Micheli, rechazaron la posibilidad de movilizaciones y cortes de rutas y calles.
El dirigente del Sindicato del Subte Claudio Dellecarbonara confirmó ayer, sin embargo, que los gremios de izquierda pondrán en marcha un plan de "asambleas y piquetes para garantizar un paro general activo" el próximo martes.
El plan contempla el corte total de tránsito en la Autopista Panamericana y el bloqueo de los principales accesos vehiculares a la Ciudad de Buenos Aires, cuando se lleve a cabo el quinto paro nacional convocado por el sindicalismo opositor.
Las protestas y los cortes estarán focalizados en el centro porteño y en el conurbano bonaerense y se iniciarán a partir de las 6 y para el mediodía serán levantados.
De esta manera, al igual que en la huelga anterior, organizaciones sociales y gremios de izquierda pretenden evitar que la gente pueda llegar a los lugares de trabajo en autos particulares. "Las demandas del paro son justas, pero las cúpulas sindicales convocantes quieren que sea un paro dominguero: no quieren que se exprese toda la fuerza de la clase obrera, que es la única que puede con su lucha conquistar las demandas", dijo Dellecarbonara.
El gremialista, miembro del Secretariado Ejecutivo del Sindicato del Subte y dirigente del PTS en el Frente de Izquierda, se refirió así a la huelga convocada por los trabajadores del transporte público de pasajero, con apoyo de las centrales opositoras.
"Por eso desde la izquierda y el sindicalismo combativo queremos que este paro se transforme en un paro activo y proponemos hacer asambleas para debatir los reclamos y cómo intervenir", sostuvo en un comunicado de prensa.
Dellecarbonara anticipó que el sector gremial que integra pondrá "toda su fuerza en las calles, siendo parte activa en los piquetes que servirán para garantizar el paro. Y para que miles de trabajadores que no tienen representación gremial y si faltan son despedidos, puedan adherir".
Además, las comisiones internas combativas de la Zona Norte del Gran Buenos Aires junto con los luchadores de Lear, las gráficas ex Donnelley y WorldColor, entre otras, deliberarán o en asambleas para garantizar el corte en la Panamericana durante la mañana del día 9.
Según Dellecarbonara, "a los trabajadores les sobran los motivos para ir al paro nacional, que no puede ser solo por el impuesto al salario, que es una demanda justa que afecta a miles y miles de trabajadores, sino que también debe ser contra los techos a las paritarias".
Esta semana, el secretario general de la CTA opositora, Pablo Micheli, dijo que en esa central obrera no tienen previsto organizar piquetes durante el paro general del 9 de enero, como sí lo hicieron en otras huelgas.
"Nosotros no tenemos previstos piquetes", dijo el sindicalista y ratificó la marcha que liderará el 8 de enero, un día antes del paro, desde el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo, en Leandro N. Alem 650.
Señaló Micheli que la convocatoria es para que los trabajadores estatales "abandonen" sus puestos de empleo a las 14 y se sumen a la marcha que bajará desde el Obelisco porteño por la avenida Corrientes hasta Alem.
Además, la CTA promueve movilizaciones en todas las provincias para el mismo día, según la decisión adoptada en una reunión del consejo directivo de la central enfrentada al Gobierno. "Vamos a expresar nuestra preocupación central porque el promedio salarial de los 11 millones de trabajadores son 5.000 pesos", afirmó.