Es sabido que la inflación es una gran preocupación dentro del Gobierno. Sin embargo, en las últimas horas el debate sobre porqué suben los precios, cómo remarcan los empresarios y cómo evitar que los valores se disparen, generó un debate que dejó expuesta una vez la interna dentro de la coalición gobernante.
El puntapié inicial lo dio el empresario Federico Braun, dueño de la cadena de supermercados La Anónima, quien al exponer en el Foro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), dijo con ironía que lo que hace su empresa es “remarcar precios todos los días”.
Veloz de reflejos, Cristina Fernández de Kirchner publicó en su cuenta de Twitter una dura crítica al comentario del empresario. Lo tituló “Sinceramente” y escribió: “Recién, en la Jornada por los 20 años de Asociación Empresaria Argentina (AEA), el dueño de una de las cadenas de supermercados más grande del país te cuenta lo que hacen todos los días”.
A tono con las palabras de la vicepresidenta pero en un tono más formal, Alberto Fernández se sumó a las críticas hacia el empresario que cometió “sincericidio” en su comentario con tono humorístico. “Muchas veces hablé de la inflación autoconstruida. Se trata simplemente de la remarcación de precios por parte de muchos comerciantes", puso el presidente en su cuenta de Twitter.
“Es evidente que hay empresarios que no entienden su responsabilidad. Confiesan públicamente y entre risas lo que es un martirio para millones de argentinos y argentinas”, sentenció Fernández y agregó: “Para que una mejor distribución del ingreso sea posible es imperioso ponerle un ancla a la suba de los alimentos. Más compromiso. Menos risas banales”.
Hasta allí, y por primera vez en mucho tiempo, Alberto y Cristina se mostraron alineados en torno a un tema. Combatieron a dúo —cada uno en su estilo— al empresariado que asegura que no hace otra cosa que remarcar precios en un escenario que pronostica una inflación de entre el 70 y el 75% para este año. Y se mostraron con un discurso que va en el mismo sentido.
Sin embargo, un economista de su propio espacio salió a criticarlos. “Creer que la inflaciónn son 20 vivos subiendo precios es un error”, aseguró Diego Bossio, ex titular de la ANSES y quien fuera un funcionario muy cercano a la hoy vicepresidenta cuando ella estaba al frente del Ejecutivo.
Bossio, que hoy tiene una consultora económica que pronosticó una inflación del 70% para este año, subrayó que “a contramano de lo que muchos economistas suelen señalar, no es indispensable tener inflación de un dígito para que la economía crezca”. Sin embargo, reconoció es difícil crecer con una inflación superior a niveles del 25%. “La evidencia muestra que es posible crecer con inflaciones moderadas de hasta 25 ó 30% anual. El problema, es que no hay experiencias de crecimiento sostenido cuando la inflación supera dicho umbral”, reflexionó.
Para el ex titular de la ANSES, hace falta “poder político y credibilidad” para combatir la inflación. “Es necesario que el conjunto de la dirigencia esté consustanciada con un plan, con la voluntad de llevarlo adelante e implementarlo”. ¿Una indirecta a Guzmán o alguien de su equipo? ¿Se anotó Bossio en las múltiples carreras que se corren dentro del Gobierno para ocupar puestos dentro del área económica que aún no están vacantes? Difícil asegurarlo.
Mientras tanto, el flamante sucesor de Roberto Feletti en la Secretaría de Comercio Interior, Guillermo Hang, intenta replicar una receta que —a juzgar por los resultados—ha sido muy exitosa: autorizar aumentos al programa de Precios Ciudados que se renovará el próximo 7 de julio.
El martes pasado, Hang se reunió con los directivos de las principales empresas productoras de alimentos, bebidas y artículos de limpieza, sector apuntado por su antecesor como responsable por la suba “injustificada” de precios. Evaluó posibilidades y se comprometió a continuar con el diálogo permamente, al estilo de Martín Guzmán el ministro más cuestionado y más sostenido por Alberto Fernández. Los precios y la interna, al rojo vivo.