En al menos diez puntos de la Ciudad de Buenos Aires, el Sindicato de Peatones de Taxis (SPT) volvió a protestar este martes contra las aplicaciones de transporte de pasajeros como Uber y Cabify. Según los taxistas, estas plataformas digitales redujeron su actividad en "más de un 50%" durante los últimos meses. Los cortes que provocaron un caos de tránsito se repetirán el próximo jueves si el Gobierno de la ciudad no les ofrece una "respuesta inmediata".
"La pasividad del Gobierno nos sorprende. Hicimos todos los reclamos que teníamos que hacer, dijeron que Uber es ilegal y, sin embargo, proliferan", aseguró un taxista a la cadena TN.
Estos reclamos, que ya se dieron el pasado jueves con una movilización similar, son "contra el transporte ilegal" en Buenos Aires, una queja que los taxistas hacen extensiva tanto a Uber -sin licencia para operar- como a Cabify, que, pese a estar regulada, consideran que es ilegal.
En ese sentido, el gremio asegura que estas plataformas "operan sin habilitación ni permiso, violando la Ley Nacional de Tránsito y evadiendo leyes laborales, impositivas y sociales vigentes en el país".
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"No hay control sobre los vehículos, sobre el seguro, sobre la tributación que debe hacerse, ni sobre el pasajero, ni mucho menos sabemos quién conduce", agregó el taxista a la cadena.
Según los taxistas, la actividad de estas plataformas ha recortado su negocio en "más de un 50 %", llevando a su sector al borde de la quiebra.
"Estamos en una situación caótica en la actividad, la empresa casi fundida, los conductores trabajando hasta 12 horas y algunos durmiendo en los autos para llevar sustento a sus hogares", subrayó el taxista.
Las protestas de hoy se dieron pasado el mediodía y afectaron al tráfico en puntos claves de acceso a la capital y en algunas de sus principales arterias, como la avenida 9 de Julio y San Juan, en donde ocuparon dos de sus carriles.
Este conflicto comenzó en 2016 con el desembarco de la plataforma de transporte Uber en la capital argentina, que comenzó a operar en la ciudad pese a no tener los permisos para hacerlo.
De hecho, en noviembre del año pasado el Gobierno porteño aprobó una ley para frenar el avance de esta aplicación al endurecer las penas a quienes transporten pasajeros de manera ilegal, como hace la plataforma, pero Uber sigue funcionando en Buenos Aires.