Mauricio Macri apostó a un discurso conciliador, sin grandes anuncios -sólo resaltaron la convocatoria a debatir el aborto no publible y una ley de Telecomunicaciones, “una nueva ley de Medios” según un colaborador-, la reforma del Código Penal y los proyectos de igualdad de género- y aportó cifras que muestran cierto crecimiento de la economía pero obviaron detalles sobre consumo y sobre el haber jubilatorio que, viendo los efectos de la reforma previsional, se transformó en un tabú del relato.
Fue un discurso más corto de lo esperado, arañó los 40 minutos, casi sin interrupciones –sólo demorado por aplausos cuando se refirió al embate sindical en la paritaria docente, la convocatoria a debatir el aborto y por la creación del parque nacional en Campo Mayo- y que terminó con un tono más alto en una suerte de arenga a los argentinos.
Una vez más, como viene ocurriendo desde el año pasado, Macri dijo “lo peor ya pasó” al hacer referencia a la supuesta salida de la crisis económica. Esbozó números sobre crecimiento, sobre la incorporación de “casi 270 mil nuevos empleos” durante 2017 y sobre el récord en venta de autos y en asfalto como sinónimo del boom de la construcción. Pero nada dijo sobre el aletargado consumo y sobre los haberes jubilatorios que, según cálculos privados, no lograrían superar a la inflación al final del semestre debido al cambio en el cálculo de la suba del beneficio.
“Tuvo un ´sincericidio´ con lo que dijo del ´crecimiento invisible”, disparó un diputado justicialista a la salida del encuentro -esa frase fue la comidilla de los dirigentes opositores en las redes- que tampoco creyó “auténtica” la convocatoria al diálogo que realizó el primer mandatario al comienzo y al final de su alocución.
Sí Macri resaltó el aumento en los créditos para comprar viviendas. “Estamos viviendo un boom del crédito hipotecario... 2017 fue el año con más créditos hipotecarios en casi 20 años. Todo esto fue posible, entre otras razones, porque la inflación está bajando”, apuntó.
Señaló que “la inflación está bajando: la de 2017 fue menor que la de 2016. La de este año va a ser aún menor” pese a que en el primer bimestre el Indec arrojó cifras preocupantes y aún quedan otras subas tarifarias para el resto del año. Dio una cifra un tanto polémica: el alza del 11% de la inversión pero algunos economistas reconocieron que la mayor parte se explica por las operaciones financieras como adquisiciones de Lebacs.
Macri se hizo eco de la agenda de género que impera entre el “círculo rojo”. Anunció, en este sentido, un proyecto de ley para extender la licencia por paternidad y abogó para que las mujeres no cobren menos salarios que los hombres al desempeñarse en un mismo puesto.
Y, tal como se esperaba, hizo referencia al controvertido tema del aborto. “Como más de una vez dije, estoy a favor de la vida. Pero también estoy a favor de los debates maduros y responsables que como argentinos tenemos que darnos. Por eso, vemos con agrado que el Congreso incluya este tema en su agenda de este año. Espero que se escuchen todas las voces y se tomen en cuenta todas las posturas”, puntualizó al tiempo que voceros consultados argumentaron que no bajó línea al reiterar su postura personal en torno al tema.
Hubo un respaldo a las fuerzas de seguridad. Alejado de la polémica del caso Chocobar, el policía que mató a un ladrón por la espalda en La Boca, sostuvo: “Hay que cuidar a los que nos cuidan. Los argentinos queremos vivir en paz. Queremos salir a la calle sin miedo y que nuestros hijos vivan tranquilos”.
En este sentido, hizo referencia a la comisión que trabaja para reformar el Código Penal. Y, entre otras enmiendas, adelantó una que introduzca fuertes penas a los conductores que manejen alcoholizados, drogados o en exceso de velocidad. Más allá de las 5 mil muertes anuales que ocasionan los accidentes, se leyó como un gesto hacia la agrupación Madres del Dolor y otras entidades reclamaban medidas para atenuar este flagelo.
También el presidente propuso la sanción de una nueva ley de Integridad Pública, conocida de antemano como de Ética Pública, en pos de alentar la política de transparencia que pregona desde su asunción y que ha sufrido algunos embates por escándalos con funcionarios. Justo horas después de este anuncio, se conoció una nueva acusación contra Gustavo Arribas: la Policía Federal brasileña lo acusa de haber recibido una coima de 850 mil dólares en el marco del Lava Jato.
Para el final quedó la parte emotiva, con un puño en alto y el grito del leit motiv “Sí se puede” llamando a los argentinos a unirse en pos del crecimiento. “Nos dimos cuenta de que no sirve seguir culpando a otros de lo que nos pasa. Que crecer depende de nosotros y de nuestra capacidad de sentarnos a dialogar en una mesa, sin patoterismos ni extorsiones”, tirando, al pasar, un palo a Hugo Moyano y al sindicalismo opositor.
comentar