Tras las turbulencias económicas y financieras, Mauricio Macri encabezó este jueves una nueva reunión de gabinete ampliado, en el CCK, en la que intentó transmitir tranquilidad pese a los vaivenes de la gestión que, aseguró, demostraron que su gobierno ha tenido la “capacidad” para resolverlos.
La cumbre se realizó ayer bien temprano y reunió a unos 1400 ministros, funcionarios y legisladores de Cambiemos y tuvo como oradores al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, al de Hacienda, Nicolás Dujovne, al jefe de Gabinete, Marcos Peña y al propio Macri, que cerró el encuentro.
Frigerio dio volumen político a la disertación y remarcó que ir hacia un “gran acuerdo nacional para el desarrollo implica generosidad y humildad”. Asimismo, puntualizó que “este llamado se da en un contexto más difícil, más complejo en el punto de vista de la realidad política en la oposición que al principio de nuestra gestión. Hoy la oposición se está reorganizando y creen que pueden ser una alternativa para 2019 y no ya para 2023”.
Dujovne, en tanto, comenzó su disertación exponiendo unos gráficos que hacían referencia al descalabro venezolano: “2818%”, era uno de ellos al describir la inflación del país caribeño. Luego reiteró que la crisis ocasionará un menor crecimiento y más inflación.
Peña también hizo un repaso sobre el contexto político y los desafíos por delante. Sin embargo, un asistente describió como “apagado” al ministro coordinador durante su performance. En Jefatura de Gabinete dijeron que “está engripado” desde antes de su exposición de Diputados del último miércoles y que no ha mostrado signos de debilidad después de las críticas que recibió por su actuación ante el tembladeral financiero.
“Hoy más que nunca siento que podemos ser la generación que vino a cambiar la historia para siempre”, enfatizó, en su ya clásica arenga, el presidente Mauricio Macri, al hacer uso de la palabra. Ratificó que el rumbo tomado por el gobierno es el correcto y afirmó que “cada día abrimos una puerta y cerramos una pequeña traba”.
El Presidente señaló que “sabemos todo lo que hemos avanzado” y mencionó la lucha contra el narcotráfico, los avances en educación, las obras de infraestructura y de conectividad y el cuidado del medio ambiente”, entre otros logros. “No lo decimos nosotros, lo dice la gente cuando vamos a timbrear”, apuntó.
Al hacer referencia al reclamo docente, indicó que se ha “avanzado muchísimo” en la educación y puntualizó que “la mayoría de los docentes quiere llevar esa tarea de crearles un mejor futuro a los chicos. Vamos a seguir dando esa batalla porque es el futuro”.
En sintonía con lo dicho con Peña hace algunos días, negó que durante la última corrida cambiaria y la consecuente devaluación, se haya vivido lo peor de su gestión: afirmó que “el momento más difícil” que atravesó el país “fue como evitar que el avión se estrellase en 2015. Ibamos derecho a lo que está sufriendo hoy Venezuela y lo evitamos”.
Acerca de la quita de privilegios, el Presidente dijo que “tenemos que trabajar todos la misma cantidad de horas y días”, en lo que pareció un mensaje hacia quienes tienen regímenes especiales laborales y previsionales.
En medio de la política de austeridad que intenta impregnar el oficialismo, ayer se conoció que Macri les pidió a sus ministros que desistieran de viajar a Rusia para ver el Mundial, en sintonía con su propia decisión. Pese a que había asegurado el año pasado que observaría al menos dos partidos de la Selección y actuaría como anfitrión en la Casa Argentina que se montará en Moscú para vender la marca país, la crisis económica lo obligó a bajarse del avión. “El que vaya tiene mucho más para perder que para ganar”, justificó un funcionario consultado al hacer referencia a un eventual escrache en redes sociales.
Como un síntoma de época, por la tarde hubo una reunión de gestión en el Salón Sur de la que participaron funcionarios de Interior, Producción e intendentes santafesinos, en la que los asistentes tuvieron que dejar los celulares en una mesa ubicada en el ingreso. Hubo algunas quejas para una modalidad novedosa motivada, quizás, por el temor a que se filtren algunas conversaciones.
También hubo visitas algo inesperadas: el escritor Marcos Aguinis, antiguo simpatizante cambiemista, hizo su reingreso al palacio de gobierno.
La vicepresidente Gabriela Michetti encabezó también por la tarde un acto con integrantes de una asociación por los derechos de los discapacitados quienes pintaron en la explanada un nuevo logo sobre discapacidad -una silla de ruedas en movimiento-, a la que también asistió el titular de Trabajo, Jorge Triaca, y en un breve contacto, el propio Macri.
Al regresar por el acceso a Rivadavia, el jefe de Estado se topó con Emilio Monzó, quien regresó a la mesa política, y el también diputado Nicolás Massot. Con el presidente la Cámara de Diputados, Macri se abrazó en un gesto de proximidad que expone la nueva fortaleza del ala política, que por la mañana contó con la presencia del radical Ernesto Sanz en la tradicional reunión de coordinación de gobierno.